Identificaron a las víctimas fatales del accidente en la ruta 1

Dos jóvenes hurtaron un vehículo en el balneario El Cóndor y al trasladarse hacia Viedma, siendo perseguidos por la Policía, impactaron de frente contra otro automóvil en el que viajaban dos chicos y dos chicas que se dirigían a disfrutar la noche en la villa.

El tremendo caso ocurrió en plena madrugada de ayer, a la altura del paraje “Ya Verán”, en el kilómetro 18 de la Ruta 1.

Según pudo saberse, cerca de la 1, Ezequiel Toro, de 22 años y Facundo Briones de 16, habrían aprovechado el descuido de su propietario para poner en marcha un Renault 12 azul y emprender la fuga hacia la capital. El propietario denunció el robo a la 1.35 en el destacamento de Seguridad Vial ubicado en el acceso a la villa y el personal del destacamento comenzó la persecución, mientras otro móvil policial hacía lo mismo de Viedma.

El tránsito era intenso a esa hora, después de la culminación de la segunda noche de la Fiesta del Mar y del Acampante y por ser el momento de apertura de los locales nocturnos en la villa.

A unos 10 kilómetros de El Cóndor, cuando ya se había sumado el segundo móvil al intento de captura, los jóvenes del Renault 12 se encontraron de frente con una Renault Sandero tripulada por cuatro chicos que iban aparentemente a pasar la velada en la villa.

La violencia del impacto fue impresionante, lo que quedó demostrado por el estado en el que quedaron los vehículos involucrados. La colisión tuvo como resultados el fallecimiento inmediato de Toro y Briones, mientras que los otros cuatro jóvenes fueron derivados al hospital Artémides Zatti, con heridas de distinta consideración, pero fuera de peligro.

Una de las chicas de 16 años sufrió traumatismo cerrado de abdómen, con lesiones hepáticas y fractura de muñeca, mientras que su amiga de la misma edad la fractura en un brazo. Lo chicos de 18 años resultaron uno de ellos con leves excoriaciones en la cadera y el otro la fractura de un dedo en la mano derecha y golpes.

La Ruta 1, entre Viedma y El Cóndor, adquiere gran peligrosidad en el verano, porque la circulación se hace muy intensa en ambos sentidos. Muchos automovilistas intentan sobrepasar largas caravanas de vehículos que los anteceden y en esas maniobras se suscitan situaciones permanentes de riesgo.

A eso se suma, la existencia de algunas curvas muy cerradas que han ocasionado varios vuelcos. En tanto, el consumo de alcohol y la desaprensión o distracciones a la hora de conducir produjeron en los últimos años verdaderas tragedias.

En este caso, se sumó la intención delictiva de huir con el automóvil hurtado por parte de los dos jóvenes que resultaron fallecidos, en plena madrugada, con poca iluminación, y cuando la circulación aún era intensa.