Internaron a un preso en Viedma por tragar sobres con droga

El hombre despidió pequeños envoltorios que fueron analizados para determinar su contenido y se constató que se trataba de cocaína.

En grave estado y con pronóstico reservado se encuentra un interno del penal federal de Viedma, tras una sobredosis.

Al parecer el hombre habría ingerido pequeños sobres con cocaína cumpliendo el rol de “mula” tal como se denomina a las personas que son utilizadas para tráfico de estupefacientes, generalmente, entre países. Tragan los envoltorios con droga para evitar ser detectados en los controles.

En este caso habría sido sólo para ingresar la droga a la Unidad Penal Federal N°12 con asiento en Viedma. Todo es motivo de investigación.

Según se supo, el interno ingresó al hospital Zatti en la tarde del viernes con un cuadro de convulsiones y en estado grave que generó su internación en la sala de cuidados intensivos y la asistencia de respiración mecánica.

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La ingesta de droga habría sido el primer diagnóstico al que arribaron los profesionales que lo atendieron y medicaron, situación que a las pocas horas confirmaron.

Sucede que la medicación aplicada, entre otros efectos, habría provocado un cuadro de delitación generalizado, incluido el esfínter anal, razón por la cual el hombre despidió pequeños envoltorios que analizados para determinar su contenido se habría constatado que se trataba de cocaína.

Habrían sido más de cuatro sobres los defecados. Esta situación generó la intervención judicial y la consecuente investigación.

No se descarta que el interno haya consumido en exceso droga en el penal o bien que alguno de los pequeños envoltorios que ingirió haya estallado en su interior y provocado semejante situación en su salud a tal punto de poner en riesgo su vida.

En la tarde del sábado permanecía en grave estado y continuaba en la sala de terapia intensiva del Zatti.

En menos de un mes el penal federal con asiento en Viedma ha sido escenario de dos hechos graves. El 18 de enero murió un interno que sufrió quemaduras en el 60% de su cuerpo y en las vías aéreas.

El desafortunado hombre se encontraba alojado en una celda de castigo o comúnmente denominado buzón por sus estrechas dimensiones. El fuego se inició en el colchón de la celda pero nada tardó en afectar el cuerpo del interno que no pudo superar la gravedad de las quemaduras.


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