Un incendio por encargo, la teoría de la fiscal
El dato original llegó desde el Penal de Viedma e involucra al abogado Ignacio Galiano.
Un incendio por encargo, la teoría de la fiscal
La filtración inicial corresponde a un dato originado en el Penal, consistente que el incendio fue un encargo de los detenidos por los casos de corrupción de menores. La información de ese submundo contenía un nombre rector: el abogado Ignacio Galiano.
La fiscal Soly se focalizó en esa teoría y requirió acciones al juez Fabio Igoldi. Esta convivencia se complicó cuando la Fiscalía denunció que existían filtraciones en el juzgado. Ese quiebre impactaría después en la investigación. Igoldi desechó allanamientos y detenciones pedidas por Soly. La Cámara subsanó ese conflicto en diciembre con el apartamiento del juez.
Para fin de año, la Justicia ya disponía de cientos de horas de grabaciones de Galiano con los otros imputados. Igoldi había autorizado escuchas en setiembre, octubre y noviembre.
Esos diálogos muestran al abogado Galiano en el accionar delictual, incluso alentando robos en Viedma con datos propios. Sus vínculos con los Colman son fuertes y dispares. Fabricio expresa la mayor presión para cobrar -como se advirtió en el audio publicado el viernes- mientras su hermano Iván le ofrecía una relación más afectuosa. Vivas aparece con conocimiento de lo ocurrido y con un trato íntimo con su socio Galiano.
El paso del tiempo -según las grabaciones- modifica la inquietud de los hoy imputados. Las charlas con Iván y Fabricio Collman se inician con reclamos para percibir sumas adeudadas aunque, luego, en octubre, pasan a requerirle información por la investigación y diligencias judiciales de la causa. Se sabía que la pesquisa estaba centrada en ellos, incluso se habían cumplidos allanamientos en sus domicilios.
Existía una fuerte revelación previa, que las escuchas judiciales exponen. El 1° de octubre, Galiano no tolera más la presión y ordena al policía Salinas -que actúa como amigo y colaborador- que delate a quienes participaron de la quema en la Justicia. Y así lo hace. Informa 39 minutos después a un miembro de la investigación, con motivaciones, detalles y responsables del hecho.
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