Catedral es un “parque de diversiones”

El guía encabeza la hilera que camina con raquetas en los pies sobre la nieve junto a la línea de la telesilla Amancay. El paisaje que el grupo contempla desde allí es imponente y alrededor todo es diversión, con chicos que arman muñecos de nieve, que juegan arrojándose bolas y otros que se deslizan en trineos o en culipatín.

A 1.800 msnm se tiene una vista increíble con los azules profundos de los lagos Nahuel Huapi y Gutiérrez, la cordillera nevada y el movimiento intenso de Villa Catedral. Y en ese lugar el cerro Catedral tiene un espacio para la recreación, para los que no esquían ni practican snowboard. Pero no es el único lugar de la montaña con esta premisa porque en la zona central, en el área Conexión, hay una extensa pista de trineos, y en la base está el llamado Play Park para divertirse con donas (gomones) y con las Snow BMX (especie de bicicleta con una tabla en la base).

Para todas las actividades extras se debe tener el pase de peatón, en caso de ascender a la montaña, y adquirir el ticket por cada actividad que tiene un costo diferencial.

Para llegar a la estación superior de Amancay, en la ladera Sur, se accede por la telecabina que lleva el mismo nombre, con capacidad para cuatro personas por góndola y que para peatones tiene un costo de $ 555 los adultos y $ 435 los menores.

El sector de recreación es amplio por eso allí las familias con los niños tienen nieve suficiente para armar muñecos y fotografiarse. También hay pendiente y algunos se atreven a arrojarse en culipatín, a pesar de que está prohibido su uso en el cerro Catedral por una cuestión de seguridad.

Unos metros más adelante, una pista de 50 metros pisada para deslizarse en trineo es parte de los atractivos que ofrece el cerro para los peatones y una actividad que pueden realizar los chicos a partir de los 5 años. Uno de ellos es Agustín, un niño de 8 años que llegó desde Córdoba con su papá y su pequeña hermana por primera vez a la nieve. Junto a él, dos mujeres y dos niños brasileños, competían entre sí para ver quién llegaba primero a la meta. Deslizarse es fácil y de inmediato el trineo (que es de plástico y con un agarre) toma velocidad, por eso para frenar el impulso se generó una barrera natural de nieve en el extremo.

El ticket para disfrutar el trineo se adquiere en una oficina de informes de Catedral Alta Patagonia junto a la estación superior de Amancay. La actividad es por 30 minutos y cuesta $ 80.

Para disfrutar del trineo hay una pista más extensa, que genera aún mayor adrenalina y velocidad, en el sector centro al que se accede por la telesilla Princesa ($ 430).

Otro atractivo del área recreativa de Amancay es la caminata con raqueta. Todos los días hay dos salidas guiadas, a las 13 y a las 15. El circuito es por 1:30 horas y tiene un costo de $ 335 por persona, cuyo ticket se debe comprar junto a la estación de la telesilla.

Nano, el guía, coloca las raquetas (que son anchas para evitar enterrarse en la nieve y se colocan sobre el calzado) y explica lo elemental: “se debe caminar con las piernas un poco separadas, a la altura de los hombros, para evitar superponer las raquetas que es lo que provoca caerse”.

“La caminata se adapta al grupo, la idea es que sea para toda la familia y le mostramos los ambientes de montaña porque hay personas que viven a más de 1.000 kilómetros de la cordillera”, explicó el guía que con paciencia encabeza al grupo que transita por un camino junto a la línea de la telesilla y luego desciende a una zona entre lengas con una vista despejada y toda la montaña a sus pies.

En la base del cerro, sin necesidad de ascender por los medios de elevación, hay otro sector de entretenimiento, el Play Park. Allí junto a la magic carpet (cinta transportadora) el principal atractivo para los chicos es deslizarse por una pista sintética de 200 metros sobre donas (gomones inflables) que toman velocidad de inmediato y giran a medida que avanzan.

El usuario debe subir de pie sobre la magic carpet que lo desplaza hasta la parte más elevada del sector y a pocos pasos está el punto de partida de la pista sintética para deslizarse, siempre con personal que garantiza la seguridad del juego. Cada bajada en dona tiene un costo de $ 80 para menores (pueden realizar la actividad chicos a partir de 4 años) y $ 115 si se atreven los adultos.

También por la cinta transportadora ascienden los chicos que optan por el Snow BMX que es una especie de bicicleta adaptada a la nieve y en lugar de ruedas lleva en su base una tabla ancha, parecida a la utilizada en snowboard. “El equipo es muy fácil de usar y gracias al ancho de la tabla, es posible deslizarse sobre la nieve de manera estable y segura”, señaló un operario del sector que ofrece una charla introductoria sobre los modos de uso y normas de seguridad. Un dato no menor es que solo los chicos que tengan más de 12 años pueden practicar esta actividad y tiene un costo de $ 335 la media hora.

Algunos precios

Tres opciones para peatones