112 km y 7 lagos a todo color (parte I)
Además, montañas, bosques, arroyos y cientos de vertientes de agua cristalina. Un verdadero paraíso para descubrir desde Villa La Angostura a San Martín de los Andes. ¿Nos acompañás?
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La Ruta de los Siete Lagos recorre uno de los paisajes más maravillosos, protegidos por el Parque Nacional Nahuel Huapi y el Parque Nacional Lanín.
Comprende un total de 112 km totalmente asfaltados, que se disfrutan a pleno en todas las estaciones del año.
Iniciamos la travesía desde Villa La Angostura, con unas visuales impresionantes del lago Nahuel Huapi a la izquierda de la ruta y el Correntoso a la derecha, unidos a través del río Correntoso, considerado el más corto del mundo.
Apenas a 7 km de la villa está en cruce con la Ruta 231 que lleva a Chile por el Paso Cardenal Samoré. A partir de allí la Ruta 40 bordea el lago Espejo, el Correntoso, el Villarino y el Falkner, hasta llegar al mirador de la cascada Vullignanco. A continuación, se ingresa al PNL, donde el camino transcurre al lado del lago Escondido, el Machónico y el Lácar, desembocando en la costanera de San Martín de los Andes.
A unos 1.000 metros del empalme de la Ruta 40 con la 231 está el mirador del lago Espejo Grande, inevitable parada para captar visuales únicas. Desde allí se ven la amplia playa y el muelle, a los que se accede a través de una senda vehicular a 200 metros del cruce de las rutas.
Unos 10 km después vuelve a aparecer el lago Correntoso, que acompaña la ruta por unos 6.000 metros. Durante ese trayecto el camino cruza el río Ruca Malen. Desde allí, a la derecha, se puede apreciar un antiguo puente de madera abandonado que enamora a los visitantes.
El lago Correntoso es uno de los más grandes del circuito, con gran cantidad de bahías y playas. Tiene aproximadamente 27 km² y está enmarcado en una cadena montañosa de espectacular belleza.
Allí nomás tiene un área de acampe y servicios para los turistas. Y también puede verse la Hostería Ruca Malen, que data de principios del siglo XX y buscan recuperar como museo.
La ruta continúa entre bosques andinos de lengas, ñires y coihues, bañados de verdes, rojos y amarillos, y aparece a la vista, 20 kilómetros después, el sinuoso río Pichi Traful.
El Pichi Traful, que suele ser visitado como camping libre, dará sus aguas al lago Traful, unos kilómetros tierra adentro.
Muy cerca del río comienza el sendero a la cascada Ñivinco, un hermoso salto de unos 18 metros de altura, rodeado de una abundante y llamativa vegetación. La entrada está a la izquierda de la ruta está la entrada a la cascada, con espacio donde estacionar el auto. Desde allí al salto de agua hay sólo 2 km y el sendero está bien señalizado para un recorrido autoguiado.
El siguiente lago, a la izquierda de la ruta, es el Villarino que, junto con el Faulkner, es uno de los más populares por estar a la orilla de la ruta, con espacio para estacionar, parcelas de acampe y es fácil bajar una embarcación. Allí los pescadores suelen capturar truchas arcoíris, fontinalis, marrones y percas.
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