Tras perder elecciones y al líder Pechi Quiroga, Juntos por el Cambio busca resurgir

El legislador nacional David Schlereth confía que con los concejales que fueron electos y el aporte de cada uno de los partidos se puede enfrentar el desafío electoral del año próximo.

El diputado nacional (Juntos por el Cambio) David Schlereth se puso al hombro la tarea de rearmar el espacio tras el impacto que tuvo en 2019, para lo cual se basará en la diseminación territorial que tiene con 34 concejales en la provincia; es optimista que los partidos que integran la alianza logren rearmarse y tiene expectativas en el desarrollo de la figura de Horacio Rodríguez Larreta, jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.

P-¿Se disolvió Juntos por el Cambio en Neuquén?

R-Queremos que el segmento de la sociedad que nos votó encuentre interlocutores que represente sus ideales, sus expectativas. Ese es el desafío que tenemos, buscamos rearmarnos como oposición al MPN. No me gusta hablar mucho de la oposición al MPN porque nos pondría en un lugar de reaccionar en función del MPN, nadie desconoce la historia y el presente del MPN. El nuevo liderazgo pos Pechi es plantear un horizonte más allá del MPN. Hay que contextualizarlo en todo lo que nos pasó en 2019, fue un impacto fuerte, derrotas electorales y perder a Pechi. Le quitaría el tinte apocalíptico. Soy optimista, si las derrotas y el fallecimiento no nos movilizan, qué nos va a movilizar.

P-¿Más allá en el tiempo?

R-No estar reaccionando a ver cómo le pego, si dice A yo digo B. Hay que superarlo. No haber logrado una alternancia en estas décadas fue parte por eso. Siempre el MPN manejó la escena propia y la de oposición. El fallecimiento de Pechi y los resultados electorales adversos nos han puesto en un proceso de reflexión para ofrecer un espacio político a la sociedad. La UCR, Pro, Coalición Cívica y Nuevo Compromiso y otros sectores con los tenemos vasos comunicantes debemos fortalecernos.

P-¿Es más difícil ahora que no están en la Municipalidad de Neuquén?

R-Por supuesto, siempre es más difícil cuando no se está en una responsabilidad institucional. También reconstruir un liderazgo que había sido marcado por la impronta de Pechi, se potenciaba como intendente y su rol político como segunda figura en la Provincia, después del gobernador. Tenemos un gran desafío. Reacomodamiento. Que cada partido fortalezca su estructura, sus liderazgos, van a tener que renovarse.

P-Si hay dos radicales, seguro que tienen una interna. ¿No es infantil el internismo?

R-Está en marcha una reconstitución interna de cada partido.

P-¿El MPN mete la cola?

R-También. Lo ha hecho siempre, lo hace hoy y lo va a intentar hacerlo en el futuro. Nosotros no podemos orbitar en función de eso sino que es parte de la madurez que tenemos que lograr. Tenemos que plantearnos premisas superadoras. Es lo que le permitió al MPN lograr cierta hegemonía, hace décadas ganaba por mérito propio, después le empezó a costar, las últimas elecciones las ganó partiendo la oposición.

P-¿Hay que buscar dirigentes fuera de la política como hacía Pechi?

R-Hay un gran reproche a la clase política que se recicla y que busca no salir de la escena. Eso se transforma en un objetivo en sí mismo. La gran aceptación de nuevas figuras tienen que ver con eso. En la elaboración de la propuesta de Cambiemos la premisa fue la incorporación de figuras nuevas. Es una parte, pero no podemos pensar que la política puede funcionar sólo con gente nueva, necesitamos el balance, entre los que vienen a enriquecer y los que tienen experiencia. Ninguno de los dos extremos es bueno.

«Gutiérrez es un gobernador muy trabajador», dijo David Schlereth Foto Juan Thomes

P-¿Cómo ve a Omar Gutiérrez con cuatro años atrás con un gobierno de Mauricio Macri y cuatro para adelante con Alberto Fernández?

R-Omar Gutiérrez demostró ser un gobernador muy trabajador como había sido en anteriores cargos públicos. Con resultados buenos y no tan buenos. Lo favoreció el contexto de haber tenido un gobierno nacional que lo acompañó. En los dos primeros años tuvo muchas dificultades financieras y pudo salir por el mérito que tuvo de relacionarse con el gobierno nacional. Es notable el cambio de Vaca Muerta luego de la presidencia de Macri. Tuvo independencia financiera a partir de la devaluación de 2018: se dispararon las regalías, aumentó el valor internacional del petróleo y el aumento de la producción. La combinación perfecta. Un funcionario me dijo: en dos meses dejamos de ser una provincia pordiosera a ser una provincia de clase media alta. Lo tuvo al líder Jorge Sapag detrás. Tiene deudas pendientes como el sistema educativo, el sistema de salud pública y la falta de un proyecto claro de provincia.

P-¿Se acomoda a la situación coyuntural?

R-Nos vamos acomodando y hoy estamos recontra acomodados a lo que Vaca Muerta nos puede dar. Sectores no vinculados directamente a Vaca Muerta se sienten desatendidos. No me parece mal la atención a Vaca Muerta pero tiene que ser un medio no un fin en sí mismo. Para el gobierno de la provincia es un fin. Debe ser un medio para encontrar el desarrollo armónico. Insistimos en un proyecto para blindar, con leyes, recursos. Tiene que ser de verdad no encontrar huecos para sortear. Hagamos un órgano consultivo que cada tanto emita un informe. Eso es política de Estado. Tenemos que aplicar que todo el potencial de Vaca Muerta a escala mundial se traduzca en desarrollo armónico.


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