La Regata del Río Negro goza de buena salud

Para poder remar en tiempos urgentes, la histórica travesía del río Negro se tuvo que reinventar. Ayer, protocolos mediante, pasó con éxito su primera prueba con la etapa Cipolletti-Roca.

Son cosas de estos malos tiempos modernos. Hay un ser extraño que se ha metido en la cotidianidad de todos y el gran desafío es intentar seguir con nuestras vidas, nuestras vivencias y con los rituales que miman el alma.


El enemigo invisible pero real nos ha obligado a cumplir a rajatabla ciertas conductas para que en este caso, la liturgia del río y la leyenda de la prueba de canotaje más larga del mundo, mantenga los pies en el agua.


La Regata Internacional del río Negro está ante un reto inédito. En su larga historia de medio siglo ha pasado por un sinfín de dificultades y siempre ha salido a flote. Hoy, la pandemia del coronavirus es mucho más que un obstáculo o un escollo mundano: es la grieta entre la vida y la muerte.


Ayer en la Isla Jordán se dio inicio a la edición Nº 45 de la travesía más difícil de organizar. La escenografía clásica de una largada de Regata donde todos van y vienen, con los palistas y sus botes tratando de llegar a la orilla y la Organización tratando de poner orden a viva voz, megáfono mediante, esta vez no sucedió. No tenía que suceder.


El llamado anual de la Regata se mantiene inalterable a pesar de los tiempos urgentes. Hace solo un mes la gobernadora rionegrina, Arabela Carreras, hizo el anuncio de la realización de la prueba junto a los organizadores. La respuesta de los palistas fue inmediata: hubo cien embarcaciones en la línea de largada, con 160 palistas en competencia.


Si se tiene en cuenta que el año pasado, en condiciones normales, se llegó al récord de 150 botes, incluidos palistas extranjeros, juntar un centenar de embarcaciones en tan poco tiempo, habla de la fascinación inalterable que tiene la prueba.


Fue un aprobado para el Club Náutico La Ribera este primer día de competencia. En el balneario cipoleño cada protagonista tenía su lugar asignado y hubo un respeto general hacia las medidas protocolares. En un sector de la Isla Jordán se ubicó a los palistas con sus respectivos equipos; en la orilla, previo a la largada, todos los botes estaban en posición pero sin los competidores que a la hora señalada se fueron acercando en grupos de acuerdo al orden de largada.

Por otro lado, en un sector señalizado, estuvieron las autoridades encabezada por la gobernadora Carreras, el intendente de Cipolletti Claudio Di Tella y el presidente del Náutico La Ribera, Roque Ressler, quienes tomaron la palabra en la ceremonia previa a la largada.
Además, a cada persona que ingresó a la playa de acceso al río, se le tomó la temperatura.

La llegada, el público y el respeto mutuo


En la Isla Jordán hubo orden y protocolo. ¿Cómo sería el arribo al Paso Córdoba de Roca, donde históricamente centenares de personas esperaban por los palistas al final de la primera etapa?


Fue otra prueba de fuego para la organización. Esta vez la boya de llegada fue colocada unos cincuenta metros más arriba, a orillas del club Náutico de Roca. Los únicos que estaban con el agua hasta la cintura en ese lugar fueron los encargados del sistema de cronometrado electrónico, que por segundo año consecutivo se hacen cargo de los tiempos de la prueba.


Un encintado perpendicular a la costa, mantuvo dividido al público que se acercó hasta la llegada, del acceso por el cual los palistas salían del agua una vez que habían pasado por la meta.


Por otro lado hubo entrega de premios a los ganadores de etapa de todas las categorías de manera segmentada, y no en conjunto como habitualmente se realizaba.


Fue una primera prueba superada para esta edición inédita de la Regata, que el contexto de pandemia obligó a reinventarse y a dejar de lado ( al menos por ahora) viejas tradiciones de camaradería, reencuentros, muestras de afecto, asados y campamento. Algún día todo eso volverá y ojalá esta travesía 2021, a la que aún le quedan seis capítulos, sea recordada como aquella donde la pasión y el respeto mutuo se juntaron para que la Regata siga gozando de buena salud.

La joven guardia pide su lugar en la travesía

La sangre joven se abre paso en la Regata del río Negro y en la primera etapa que finalizó ayer en el Paso Córdoba, los herederos al trono ocuparon los primeros puestos.


Damián Pinta (que esta vez no corre con su padre Néstor), ganador el año pasado, comenzó de la mejor manera la defensa del título. Esta vez acompañado por otro joven talento del agua como Facundo Lucero, la dupla que representa a la Escuela Municipal de Patagones y el Club Náutico La Ribera, prevaleció en el sprint final sobre cuatro embarcaciones y se quedó con el primer parcial.

Aventajó por medio bote a la embarcación conformada por Julián Salinas y Martín García, encuadrados en la categoría K2 junior, lo que habla de una performance histórica para la dupla que representa a las Escuela Municipal de canotaje Brazo Sur (Luis Beltrán).


Los juveniles dejaron por detrás ni más ni menos que al prócer de varias generaciones de palistas del Valle Medio: Martín Mozzicafreddo, múltiple campeón de la prueba, terminó en el tercer lugar junto a su hermano Javier. Es la primera vez que ambos comparten un bote en la Regata más larga del mundo.

En la lucha por la punta que se resolvió recién en los últimos metros, estuvieron involucrados también Gastón Figueroa y Julián Algañaraz (Náutico Piedra Buena), quienes llegaron en cuatro lugar y prometen dar pelea a lo largo de la prueba.


Párrafo aparte para la desventura de los hermanos Rodrigo y Mauricio Caffa. A solo 500 metros de la largada, al momento en que el pelotón estaba pasando por debajo del puente de la Isla Jordán, la embarcación se dio vuelta y tuvo que ser asistida por una lancha de la organización. Pudieron continuar en carrera y en gran esfuerzo terminaron en el quinto lugar en la general.


Gran tarea cumplieron también los integrantes del bote Nº 20, Guillermo Beacon y Santiago Gentini (N. Luis Piedra Buena) que terminaron octavos en la general, lo mismo que el K2 mixto conformado Lorena Ramos y Héctor Giménez.


Al momento de las clasificaciones oficiales, los jueces que llegaron de la Federación Argentina de Canoas (FAC) estuvieron muy estrictos y penalizaron por adelantamientos en las partidas a todas la embarcaciones con 30 segundos, excepto a los botes travesía Nº 83, 78, 74, 104, 97 y 91.

Todos los ganadores de la primera etapa

K2 senior, Damián Pinta- Facundo Lucero
K2 Junior: Julián Salinas – Martín García.
K2 master A: Guillermo Beacon – Santiago Gentile
K-2 Mixto: Héctor Giménez – Lorena Ramos
K1 senior: Maxi Domínguez
K1 Master B: Carlos escobar
K1 damas: Valentina Kees
K2 Travesía A: José Huenulaf- Cristian Frasse
K2 Travesía B: Ayrton Walter – Alfredo Muñoz
K2 Travesía C : Pierino Porrino – Fernando Allende
K2 Travesía D: Roberto Bustos- Nelson Vega
K2 Travesía Damas: Verónica Leonarhdt – María Flores
K2 Travesía Mixto A: María Gadano- Juan Schilling
K2 Travesía mixto C: María Mare – Alberto Silveira
K1 5,20: Cristian Illuminati

Arabela, presente en la Isla Jordán

La gobernadora Carreras estuvo ayer en la largada.

El Gobierno provincial cumplió un rol fundamental para la realización de la edición Nº 45 de la Regata del río Negro, que hasta hace poco más de un mes estuvo en duda.


Lo decidimos cuando logramos aprobar los protocolos pertinentes, pensando en que se trata de un deporte individual, al aire libre y se pueden controlar los contactos”, explicó la gobernadora Arabela Carreras a Río Negro.

“Es un evento que tiene una gran historia, que está muy arraigada en la zona y me parece que era necesario poder conectarnos con el deporte a través de esta competencia, aprovechando el aire libre como el gran aliado contra la pandemia”, amplió la gobernadora.


Siempre fue una objetivo para la gente del club organizador, realizar la competencia. Se esperaba el visto bueno del ejecutivo provincial, que finalmente llegó el pasado 16 de diciembre cuando se hizo el anuncio oficial en Viedma.

“Estuvimos conversando hacia fines del año pasado y en conjunto tomamos la decisión de hacerla con revisión de protocolos, con diálogo permanente con el Ministerio de Salud y también con los intendentes, que fueron aprobando también el paso de la prueba por sus localidades”, apuntó la gobernadora rionegrina.


Carreras anticipó además que la entrega de premios a los ganadores de cada etapa se haría en forma individual y no grupal, tal como sucedió ayer al final del primer parcial en Paso Córdoba.


Por otra parte confirmó que Salud Pública “estará acompañando la Regata etapa por etapa, con personal sanitario disponible para cualquier emergencia”.


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