Se escondió debajo de una cama y lo delató un perro

SAN ANTONIO OESTE (ASA).- Un sujeto fue detenido el domingo por la noche debajo de la cama de una vivienda lindera a una distribuidora de bebidas de esta ciudad, luego que fuera visto en los techos del comercio mayorista con aparente intención de robo.

El insólito hecho ocurrió luego de que la hija de uno de los responsables de la firma «La Costanera», que vive junto al galpón de depósito de bebidas, situado en cercanías de la ría, escuchó ruidos en los techos y sospechó que algo inusual podría estar ocurriendo.

Rápidamente dio aviso a la Policía y a su padre, que vive a pocas cuadras. En pocos minutos el lugar se pobló de uniformados y curiosos.

Un perro de una casa ubicada en la misma cuadra proporcionó el dato sobre dónde podría estar el hombre que había sido visto saltando techos. El pequeño animal, según confirmaron testigos, no dejaba de ladrar hacia un dormitorio de la vivienda, en la que en esos momentos sus moradores se encontraban cenando tras un día de arreglos en el domicilio, con pintura de paredes incluida.

Una puerta del fondo, hacia el sector de la ría, había quedado abierta para permitir que corriera el aire, sobre todo tras la tórrida tarde de ese día.

Por ella, el sospechoso en fuga ingresó a la habitación y se escondió bajo la cama. Pero el perro y sus propias piernas asomando debajo del mueble lo delataron. Los propietarios de la finca lo divisaron y el uniformado que lo venía persiguiendo procedió a su detención.

Afortunadamente, el joven de 20 años, oriundo de Roca, no portaba armas.

Por eso hasta allí nadie había resultado lesionado.

Algunas versiones indicaban que habría otro hombre oficiando de campana, pero el comisario de la Unidad 10 de esta localidad, Andrés Ruiz, descartó que ellos tuvieran alguna información firme sobre la presencia de otra persona con fines delictivos en cercanías del lugar.

 

Intento de suicidio

En la comisaría, el intento de robo casi se transforma en una tragedia. El joven fue alojado en uno de los calabozos y se le proveyó de una frazada y un colchón. El muchacho cortó la frazada e intentó colgarse de los barrotes, pero un uniformado al que le llamó la atención algunas actitudes previas del sujeto, llegó a tiempo y con sus compañeros logró desatarlo.

Tras un fuerte apercibimiento y luego de la constatación de las heridas por parte del médico policial, el joven volvió a quedar solo, ahora únicamente con un colchón. Nuevamente lo cortó y le

quitó un pedazo para volver a intentar suicidarse o al menos autoflagelarse. Pero su intento fue nuevamente evitado por los efectivos.

El comisario Ruiz informó que la causa está a cargo del juez Carlos Reussi del Juzgado 2 de Viedma.