Arriaga y Weretilnek marcaron «territorios»

CIPOLLETTI (AC).- El diputado nacional Julio Arriaga y el intendente Alberto Weretilneck –los dos del Frente Grande y del Frente para la Victoria, en alianza con el PJ– limaron ayer algunas rispideces y marcaron perímetros de trabajos políticos para no motorizar «problemas mayores», según dijeron hombres de sus respectivos entornos.

La reunión se hizo a solas, ni siquiera con una mesa de por medio pero sí con algunos mates conciliadores, en el Club Cipolletti que preside Arriaga, y se prolongó por más de una hora.

«Está bien. Hablamos de todo. De cuestiones relacionadas con lo gubernamental y lo partidario. Lo mejor es que yo me ocupe de lo provincial y lo nacional y que Alberto haga lo suyo en el plano local. Yo estoy dispuesto a apoyar su reelección para la intendencia en el 2007», dijo Arriaga.

El propio Arriaga había provocado ayer un cimbronazo en distintos sectores políticos locales y provinciales con sus declaraciones a este diario sobre su idea de volver a la intendencia, aunque sin fijar plazos, pero esa sola mención bastó para que el tema se instale y fuerte.

También fueron elementos que integraron la charla una campaña de afiliación de la que Arriaga no estaba enterado oficialmente y que sí contaba con el aval de Weretilneck.

Weretilneck no profundizó precisiones. Se limitó a reconocer la reunión y el hecho de que en un marco armónico él se ocupará del plano local y Arriaga del nacional y provincial.

«Se repasó la agenda política actual y lo que puede pasar el año próximo», fue la parca indicación del intendente.

Por filtraciones de gente de las «carpas chicas» de estos dos pesos pesados del frentismo, se supo que Weretilneck colocó en la conversación el presunto lanzamiento del arriaguista Luis Bardeggia como posible candidato a intendente en el 2007, en lo qu Arriaga negó cualquier participación personal. «Lo desmintió», dijeron las fuentes.

También los dos habrían asumido el compromiso de trabajar de lleno para la victoria frentista en el 2007, siempre sobre la base de que Arriaga iría en la fórmula para la gobernación y Weretilneck por su segundo mandato en Cipolletti.

Por las afiliaciones, Weretilneck le habría comentado a Arriaga que su idea era ensanchar la base del Frente Grande, y no otra, aunque el diputado no quedó muy convencido.

De todas formas, en noviembre del 2006 se renuevan las autoridades provinciales y locales de ese partido pero por carta orgánica, por ocupar cargos electivos, ni Weretilneck ni Arriaga podrían aspirar a puestos de conducción aunque quisieran.

Por momentos la charla fue «descarnada», confió un dirigente que tiene buena llegada con los dos jefes mayores. Agregó que «vino bien, era necesaria, había muchas versiones y ahora las cartas están sobre la mesa y cada cual sabe lo que tiene que hacer para llegar juntos en el 2007».

Nadie lo quiso reconocer, pero en un pasaje Arriaga le habría dicho a Weretilneck que todos deben respetar los acuerdos y sus propias obligaciones, pero que si eso no se daba habría «complicaciones».

En la misma línea, Weretilneck habría advertido sobre la existencia de «usinas de rumores» generadas por «algunos» que pretendían crear problemas en su gobierno municipal.

La síntesis, por lo que pudo reproducirse, es que «está todo bien» pero dentro de un mar movido, con pronóstico reservado.