Al menos 500 muertos y 80.000 damnificados porel devastador terremoto en Perú

Creen que el número de víctimas fatales se incrementará. Hay 1.600 heridos. Unas 16.000 viviendas quedaron destruidas. No hay argentinos entre los fallecidos.

Las imágenes dan cuenta de la tragedia en toda su dimensión. Muestran cuerpos esparcidos por las ciudades, edificios derrumbados y sobrevivientes buscando a sus familiares en medio de los escombros. Un día después del devastador terremoto, Perú no salía del shock: hasta anoche eran al menos 500 los muertos, 1.600 los heridos y la cifra de damnificados ascendía a 80.000, en especial en las localidades de Ica, Pisco y Chincha.

En el país todo es dolor. Ayer continuaban las tareas de remoción de escombros y se informó que no había argentinos entre las víctimas. Se estima que unas 16 mil viviendas resultaron destruidas, mientras se teme que el número de víctimas aumente en las próximas horas a raíz de que se derrumbaron hoteles con turistas e iglesias en donde se estaban oficiando misas.

El presidente del Perú, Alan García, decretó tres días de duelo nacional y solicitó urgente ayuda a la comunidad internacional para enfrentar la catástrofe que generó problemas con las viviendas, la alimentación y la atención sanitaria a raíz del colapso en los hospitales de las ciudades más afectadas. El presidente Néstor Kirchner envió ayer a su par peruano sus condolencias por las muertes causadas por el sismo, y le ofreció

«ayuda humanitaria incondicional». Lo mismo sucedió con el resto de los países de Latinoamérica, de Europa y los Estados Unidos.

El terremoto ocurrió el miércoles a las 18.40 hora del Perú con una magnitud de 7.9 según la escala de Ritcher, una profundidad de 40 kilómetros y su epicentro ocurrió en el fondo del mar a 60 kilómetros de la costa a la altura de Pisco. Por eso hubo alerta de tsunami, que fue descartada a las pocas horas.

Pisco, junto con las ciudades de Ica y Chincha, en el sur del país, fueron las más afectadas por el sismo y en donde ocurrieron el 95 por ciento de las víctimas. El director de Defensa Civil del Perú, Artímides Mussio, evaluó que el 70 por ciento de las viviendas en Pisco quedaron destruidas, mientras que la capacidad de atención en los hospitales quedó colapsada y se cortaron los suministros de electricidad, agua y teléfonos. «Sólo en el hospital San Juan de Dios se atendieron hasta el mediodía (de ayer) a más de un centenar de personas y allí hubo 14 muertos, mientras que en la localidad de Salas, colapsó la Iglesia del Socorro, donde hubo cuatro muertos», señaló Mussio.

Además de las tres ciudades más afectadas, el sismo también se sintió en Lima, donde se derrumbaron casas antiguas, y en los departamentos de Huancavélica, vecino a Ica, Huaral,

Huanuco, Abancay, Chachapoyas, Arequipa y Chiclayo.

Hasta anoche se habían registrado más de cien réplicas del terremoto en Ica, una de ellas de 6,5 en la escala de Richter a la medianoche del miércoles y otra de 5 en la madrugada de ayer.

En una tragedia que por ahora las autoridades peruanas no logran cuantificar plenamente, el testimonio más dramático fue el del alcalde de la ciudad costera de Pisco, Juan Mendoza. «Tenemos cientos de muertos regados por las calles, heridos en los hospitales; esto es totalmente indescriptible. El pueblo ha sido devastado», añadió.

Las imágenes de la televisión mostraron cómo unos 50 cadáveres fueron alineados en la calle cerca de la Plaza de Armas en Pisco y cómo algunos de los familiares se los llevaban, incluso en vehículos particulares.

El hecho más grave en esa ciudad se produjo en la iglesia de San Clemente, donde la cúpula se desplomó sobre los fieles que asistían a una misa de difuntos poco antes de las 7 de la noche, cuando se desató el sismo de dos minutos de duración. Ayer los socorristas sacaron con vida a seis personas de debajo de los escombros.

También se registró un sismo a 200 kilómetros de Santiago de Chile, aunque sin daños ni heridos. (Agencias)


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