Se electrocutó con los cables sueltos de una empresa telefónica en Buta Ranquil

El cable caía sobre un canasto de basura, al entrar en contacto recibió una descarga y luego fue lanzada a tres metros de distancia. No sufrió heridas graves, pero señalan que sufre dolores permanentes.

El accidente tuvo lugar el jueves pasado, pero en las últimas horas se dio a conocer públicamente por la hija de la víctima. Sostienen que los cables sueltos pertenecen a una empresa telefónica y quieren que se hagan responsables de la situación para evitar otro accidente.

La vecina, Ruth Orellana, hizo a conocer la situación que tuvo que atravesar su madre luego de recibir una descarga eléctrica producto de cables sueltos en Buta Ranquil. En este sentido contó que su madre se disponía a dejar bolsas en un canasto de basura y al entrar en contacto con el mismo, sufrió una descarga producida por un cable de la empresa Telefónica Argentina.

Relató que la madre había quedado pegada por unos segundos y luego fue lanzada a casi unos tres metros de distancia. Tras este accidente la mujer fue asistida y trasladada al hospital local donde permaneció internada.

El accidente no pasó a mayores y la mujer fue dada de alta, pero aseguran que «no la está pasando bien» ya que desde ese momento sufre dolores permanentes. «En ese momento no sufrió quemaduras, por esa razón tiene toda la corriente dentro del cuerpo «, dijo Ruth Orellana y agregó: «parte del cuerpo empezó a presentar hematomas y ardor en algunas zonas, lamentablemente es doloroso verla sufrir por culpa de la irresponsabilidad de la empresa que núnca hizo mantenimiento ni retiro de los postes y cables».

La vecina señaló que desde EPEN se acercaron al sitio para verificar los cables que provocaron la descarga, sin embargo ella continuó apuntando a la empresa responsable para exigir que tomen mayor precaución. También expresó que la razón por la cual eligió hacer público el accidente de su madre es para que los vecinos puedan tener cuidado ya que no solo los adultos transitan por el lugar sino que hay niños que juegan en la vereda.

«Gracias a Dios hoy la puede contar y no pasó a mayores», sostuvo Orellana, pero no dejó de hacer hincapié en lo peligroso que resultan los cables sueltos para todos los vecinos y vecinas de la zona.


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