Selección de temas, voces y música, la clave

Un disco es muchísimo más trabajo que lo que cualquiera puede imaginar. No es que se juntan y de un plumazo todo sale redondito. Hay ensayos, grabación, regrabación, correcciones y arreglos que llevan tiempo, dinero y horas, muchas horas. Por ahí pasa gran parte del éxito de una propuesta musical. Sin embargo, si esa propuesta no acierta en la selección de temas, en las voces y en la buena instrumentación, es posible que todo el esfuerzo quede en la nada. En este caso sí acertaron en los tres aspectos, porque a partir de una selección de temas bien neuquinos, arraigados y que son todo un símbolo en la provincia, lograron ensamblar las buenas voces y la música ejecutada a la perfección. En ese resultado final, que es el que escuchamos cuando los vamos a ver, se resumen todos esos pasos que terminan en el disco. Las voces son privilegiadas, con la única presencia femenina de Mariana Jolivet, joven con una capacidad de canto de una enorme dimensión. Escucharlos cantar es realmente un viaje a las raíces neuquinas, sobre todo cuando el tema elegido es Quimey Neuquén o cuando Amutuy suena a la perfección. Debo admitir que la versión de La Pasto Verde es de las mejores, aunque los temas Marionetista de Veras, Niña Vallejos, Tonadita Trashumante, Mate con cedrón, Alameda Alamería, Blanco Lanín, Piñonero, Amutuy y Alfredianas están muy bien logrados. Alfredianas es verdaderamente un lujo. No me resultaron muy agradables algunos efectos de animales que surgen entre la poesía, pero en todo caso son un detalle menor.