Mujeres ricas lideran la campaña republicana en California
La riqueza las libera de presiones externas.
Es una de las mujeres más ricas en California, y ahora además quiere ser una de las más poderosas.
Meg Whitman, una ejecutiva que dirigió durante diez años eBay para convertir un pequeño sitio de ventas en el mayor lugar de remate de Internet, gastó la cifra récord de 119 millones de dólares de su fortuna de 1.300 millones para aspirar a sustituir al gobernador republicano Arnold Schwarzenegger.
No es la única empresaria que espera aprovechar el actual desencanto estadounidense con los demócratas.
Carly Fiorina, un ex ejecutiva de Hewlett Packard, también entró en la campaña electoral y espera derrotar a la tres veces senadora Barbara Boxer para convertirse en legisladora de California.
Los políticos millonarios no son nada nuevo en la política local, a pesar de la desagradable apareciencia que pueda tener el usar su dinero obtener poder. El alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, un millonario mediático, es probablemente el ejemplo más famoso del último tiempo.
La mayoría de los candidatos autofinanciados pierden su elección, según un reciente estudio del National Institute on Money in State Politics.
Sin embargo, la mayoría de esos candidatos no eran mujeres compitiendo como inteligentes outsiders de los negocios en medio de la crisis económica y prometiendo cambios a un electorado profundamente desencantado con el statu quo dominado por los hombres.
Whitman señala que su riqueza la libera de presiones externas y que su rival es un político común al servicio de intereses especiales. Pero el rival de Whitman no es un burócrata normal.
Jerry Brown es uno de los políticos de carrera más quijotescos de la era moderna. Tiene 72 años y era conocido como el gobernador Moonbeam (Rayo de luna) por sus posturas no convencionales durante su primer mandato como gobernador en el periodo 1975-83. Volvió a aparecer en la escena pública para revitalizar a la ciudad de Oakland, afecta por el crimen, como alcalde en 1998-06, y fue fiscal general de California desde 2007.
A un mes de la elección, los sondeos no dan resultados concluyentes. Hasta ahora Whitman no ha logrado convertir su dinero en apoyo efectivo. Tal vez sea porque su imagen de outsider no funciona tan bien cuando se trata de reemplazar a Arnold Schwarzenegger.
Él también es un rico empresario además de, no hace falta decirlo, un héroe de acción de Hollywood de fama mundial, que prometió reformar la capital estatal, Sacramento. Sin embargo, al témino de su segundo mandato, para la mayoría de los californianos está claro que no pudo cumplir esa promesa.
Whitman, que adoptó una dura postura en temas migratorios, es impopular entre los latinos, especialmente después de que esta semana su ama de llaves mexicana durante diez años denunciara que fue despedida apenas Whitman decidió ser candidata a gobernadora.
“Sentí que me echaba como un trozo de basura”, señaló Nicandra Diaz en una conferencia de prensa. “Me trató como si no fuera un ser humano”.
Fiorina va detrás de Boxer en los sondeos. Según los analistas, es un reflejo del fuerte apoyo demócrata en un estado donde el presidente estadounidense, Barack Obama, sigue siendo mucho más popular que en la mayor parte del país.
Daniel Swirl, profesor de ciencias políticas de la universidad de California de Santa Cruz, dice que tiene sentido que los republicanos usen candidatas femeninas para intentar superar la imagen de los “viejos chicos buenos” de la fiesta.
El hecho de que estas mujeres sean ricas refleja el alto costo de una campaña en California, con sus caros mercados mediáticos y una población multicultural de unas 37 millones de personas.
“Barbara Boxer ha estado bastante segura porque siempre tuvo dinero para ahuyentar a rivales de calidad”, dijo Swirl. “Las celebridades autofinanciadas están por superar ese problema”.
Sin embargo, en última instancia, ninguna de las tres mujeres ni el hombre en campaña serán capaces de resolver los graves problemas de California, dijo Swirl.
“Nos centramos en individuos cuando todo el sistema político está quebrado”, dijo Swirl, en relación a las iniciativas de votantes que complican la economía y el gobierno del estado más poblado del país.
El obstáculo más grave para el futuro de California es la necesidad de que el presupuesto estatal sea aprobado por la mayoría de dos tercios. En noviembre se votará una propuesta para eliminar esa regla.
“Ese es el tema más importante de esta elección”, dijo Swirl. “Sin cambiar eso, cualquiera que gane fracasará. ¿Cómo tener una plataforma coherente si tienes esta tremenda barrera para un tema tan simple?”. (DPA)
Es una de las mujeres más ricas en California, y ahora además quiere ser una de las más poderosas.
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