Autismo: cómo fomentar la independencia desde la infancia a la adultez 

Se abrió el Centro Terapéutico Integral Buraleo y busca acompañar a las familias en Neuquén y Río Negro

En la zona del Alto Valle de Río Negro y Neuquén, se estima que hay 2.100 niños con trastornos del espectro autista. Son condiciones que afectan la forma en que las personas interactúan con los demás, se comunican, y perciben el mundo. Sin embargo, no todas esas personas aún tienen su diagnóstico.

Para brindar un abordaje integral a la problemática, la Fundación Faro Patagonia abrió un original espacio para que las personas con esa condición puedan desarrollarse con autonomía y se mejore tanto su calidad de como las de sus familias. 

Se trata del Centro Terapéutico Integral Buraleo y su sede se encuentra en la capital de Neuquén, en la calle Doctora Peláez 1460. Con su apertura, se busca cambiar el abordaje terapéutico para las personas con esta condición.

Allí, se ofrece apoyo a personas con TEA desde la niñez hasta la adultez. De esta manera, se espera brindar un acompañamiento a lo largo del ciclo vital, a partir de los 2 años (y hasta a los adultos).

Los profesionales del centro diseñan intervenciones que mejoran la comunicación y los vínculos y favorecen que los aprendizajes se trasladen al hogar de cada persona. El reconocimiento del entorno de cada paciente resulta esencial para el éxito del tratamiento.

Gastón D’Angelo, vicepresidente de la Fundación, explicó a Diario RIO NEGRO que “la propuesta del centro no es solo concientizar sino también planificar una forma de intervención en la que las cuestiones de la comunicación y los vínculos se trabajen en el Centro como si fuera un laboratorio. Luego, deben trasladarse y generalizarse en el espacio del hogar”.

El nuevo Centro Buraleo ofrece un enfoque continuo que incluye a las familias/Municipalidad de Neuquén

Esto implica que el trabajo tanto en el nuevo espacio como en el hogar de la persona sea un reflejo de las experiencias terapéuticas. Generalmente, suele ocurrir que durante la infancia, las personas con TEA reciben mucho apoyo. Sin embargo, en etapas críticas como la pubertad y adolescencia, la atención y el acompañamiento terapéutico suelen reducirse drásticamente.

D’Angelo subrayó: “Las cuestiones que no se abordan oportunamente durante la infancia se vuelven más difíciles de solucionar después”.

Por eso, el Buraleo ofrece intervenciones continuas al hacer foco en los problemas de comunicación y al integrar aspectos de percepción sensorial usualmente desatendidos.

Reconocimiento y evaluación Integral


Se producen malentendidos frecuentes debido a la ausencia de características físicas visibles en la condición autista. D’Angelo detalló: “Vemos a un alguien con una conducta atípica, prejuzgamos de forma negativa, pero no nos detenemos a pensar que esa persona puede tener discapacidad”.

Esa falta de entendimiento genera conflictos permanentes en escuelas y lugares de trabajo. Por lo cual el centro cuenta con un gabinete médico que evalúa conductas y sus desencadenantes y considera factores tanto comunicativos como médicos.

La inclusión de la perspectiva de género resulta fundamental en el Centro Buraleo. Los profesionales tienen capacitación para diagnosticar y evaluar a adultos, especialmente mujeres. Históricamente, las evaluaciones diagnósticas no consideraban esta perspectiva, y daba lugar a que la mayoría de los diagnósticos se realizaban en hombres.

D’Angelo precisó: “Hasta hace un tiempo atrás, la prevalencia en autismo era siete veces mayor en hombres que en mujeres”.

Para reforzar las estrategias del centro, hay personas dentro del espectro autista que se integran al equipo.

“Tenemos la certeza de que la construcción para que sea superadora tiene que hacerse por personas autistas”, mencionó.

Esta decisión favorecerá que las intervenciones no solo mejoren la calidad de vida, sino también impulsen un enfoque inclusivo. D’Angelo sostuvo que es imposible pensar un abordaje terapéutico que no incluya a las familias.

En un edificio que funcionaba como escuela, Buraleo ofrece amplios espacios para desarrollar las intervenciones. Busca combinar un entorno terapéutico con la convivencia para que niños, adolescentes y adultos con TEA reconozcan y afronten características de su condición. Esta convivencia refuerza habilidades sociales y comunicativas, áreas frecuentemente alteradas por el autismo.

Se promueve la perspectiva de género y la participación activa de personas con la condición /Municipalidad de Neuquén

Intervención escolar y reconocimientos


Una vez en operación total, el centro atenderá a una gran población. Los tratamientos, con visitas al centro y al hogar, se ajustan a diversas necesidades y facilitan la autonomía y la autodeterminación de personas con TEA. Este enfoque promueve su desarrollo como agentes de cambio entre sus pares.

La intervención escolar es otra prioridad. El último censo de prevalencia de 2024 en los Estados Unidos reveló que 1 de cada 31 niños nacidos presenta características del espectro autista. Este dato sugiere que cada aula podría albergar al menos dos niños con esta condición. Por eso, es necesaria la capacitación docente y los ajustes en los entornos educativos.

El centro Buraleo fue declarado de interés legislativo en Neuquén y Río Negro. Además, ya recibió el reconocimiento por la Cámara de Diputados de la Nación. Este respaldo oficial reconoce su papel crucial en el tratamiento del TEA en la región. No solo ofrece un enfoque integral y adaptativo, sino que se posiciona como un referente en la innovación terapéutica tanto en entornos estructurados como cotidianos.