Casa por casa y con militares buscan a los narcos

Ahora fue el turno de otra favela, la más peligrosa.

RÍO DE JANEIRO.- Las fuerzas militares brasileñas fueron atacadas a tiros ayer por pandillas narcotraficantes parapetadas en una gran barriada, pero continuaban su operación e impedían que salieran los presuntos delincuentes. Un fuerte dispositivo de seguridad con objetivo de “contención” para evitar que los delincuentes huyan del lugar fue instalado por la policía desde tempranas horas de la mañana de ayer, mientras que patrullas fuertemente armadas recorrían las calles desiertas de la zona. Según datos oficiales, los policías que operan en las calles suman 17.500 efectivos, a los cuales se agregan 800 militares que colabaron en las tareas de patrullaje. Las autoridades indicaron que no tenían previsto en lo inmediato invadir el peligroso conjunto de viviendas en el que habitan unas 400.000 personas, el tamaño de muchas pequeñas ciudades brasileñas. “Ingresar al Alemao será un motivo de estrategia”, y por el momento no está previsto, explicó en conferencia de prensa Roberto Sa, subsecretario de Inteligencia del Estado de Río de Janeiro. En el Complexo do Alemao se ubica el Morro do Alemao, una de las favelas más peligrosas de Rio en donde se atrincheraron traficantes que huyeron de la vecina Vila Cruzeiro, reconquistada por la policía el jueves. En el sexto día de violencia urbana en respuesta a una ola de ataques de narcotraficantes a puestos policiales e incendios de vehículos, el saldo provisorio de los choques es de 34 muertos, según el último balance policial. El número de heridos no fue determinado y unos 100 vehículos fueron incendiados desde que los delincuentes comenzaron los ataques, el domingo pasado. Entre los heridos se encuentra, según la prensa local, el fotógrafo de la agencia Reuters Paulo Whitaker, quien fue alcanzado en el hombro por una bala mientras cubría los operativos, con gravedad desconocida. En tanto, la ciudad de Río seguía en estado de shock y el movimiento en las calles era notoriamente inferior al de un día normal, incluso en zonas consideradas más seguras, como el centro y el sur de la ciudad, que albergará una sede del Mundial 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016. En este sentido, los cariocas se preguntaban: ¿puede la violencia quitarle a la “Ciudad Maravillosa” el derecho a recibir la final del Mundial de fútbol de Brasil y a albergar los Juegos Olímpicos? El diario deportivo “Lance” lanzó la pregunta ayer en su portal, y el resultado parcial revela que el 72 por ciento de los que contestaron creen que la criminalidad podrá llevar a Brasil a sufrir la “vergüenza” de perder el derecho a organizar las dos máximas citas del deporte mundial. (AFP/AP/DPA)

AP

Un hombre es detenido en pleno operativo, por un grupo de soldados.


RÍO DE JANEIRO.- Las fuerzas militares brasileñas fueron atacadas a tiros ayer por pandillas narcotraficantes parapetadas en una gran barriada, pero continuaban su operación e impedían que salieran los presuntos delincuentes. Un fuerte dispositivo de seguridad con objetivo de “contención” para evitar que los delincuentes huyan del lugar fue instalado por la policía desde tempranas horas de la mañana de ayer, mientras que patrullas fuertemente armadas recorrían las calles desiertas de la zona. Según datos oficiales, los policías que operan en las calles suman 17.500 efectivos, a los cuales se agregan 800 militares que colabaron en las tareas de patrullaje. Las autoridades indicaron que no tenían previsto en lo inmediato invadir el peligroso conjunto de viviendas en el que habitan unas 400.000 personas, el tamaño de muchas pequeñas ciudades brasileñas. “Ingresar al Alemao será un motivo de estrategia”, y por el momento no está previsto, explicó en conferencia de prensa Roberto Sa, subsecretario de Inteligencia del Estado de Río de Janeiro. En el Complexo do Alemao se ubica el Morro do Alemao, una de las favelas más peligrosas de Rio en donde se atrincheraron traficantes que huyeron de la vecina Vila Cruzeiro, reconquistada por la policía el jueves. En el sexto día de violencia urbana en respuesta a una ola de ataques de narcotraficantes a puestos policiales e incendios de vehículos, el saldo provisorio de los choques es de 34 muertos, según el último balance policial. El número de heridos no fue determinado y unos 100 vehículos fueron incendiados desde que los delincuentes comenzaron los ataques, el domingo pasado. Entre los heridos se encuentra, según la prensa local, el fotógrafo de la agencia Reuters Paulo Whitaker, quien fue alcanzado en el hombro por una bala mientras cubría los operativos, con gravedad desconocida. En tanto, la ciudad de Río seguía en estado de shock y el movimiento en las calles era notoriamente inferior al de un día normal, incluso en zonas consideradas más seguras, como el centro y el sur de la ciudad, que albergará una sede del Mundial 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016. En este sentido, los cariocas se preguntaban: ¿puede la violencia quitarle a la “Ciudad Maravillosa” el derecho a recibir la final del Mundial de fútbol de Brasil y a albergar los Juegos Olímpicos? El diario deportivo “Lance” lanzó la pregunta ayer en su portal, y el resultado parcial revela que el 72 por ciento de los que contestaron creen que la criminalidad podrá llevar a Brasil a sufrir la “vergüenza” de perder el derecho a organizar las dos máximas citas del deporte mundial. (AFP/AP/DPA)

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