Sin Vialidad Nacional, ¿qué pasa con las obras en rutas que fueron anunciadas previo al cierre ordenado por Javier Milei?

El presidente Javier Milei mediante un decreto publicado en el Boletín Oficial comunicó el cierre inminente de Vialidad Nacional y las repercusiones fueron inmediatas. El organismo nacional tenía en lista múltiples obras sobre rutas nacionales como la 40, la 237 y la 22, pero esta medida podría retrasarlas. ¿Qué pasa con las obras que fueron anunciadas por la ex Vialidad Nacional?

El lunes, el presidente hizo efectivo el anuncio que venía haciendo sobre la disolución de la Dirección de Vialidad Nacional. En pos de continuar con su plan de ajuste disolvió distintos organismos vinculados al transporte y la seguridad vial.

Mientras el vocero presidencial, Manuel Adorni, daba a conocer esta noticia, también se refirió al futuro de las obras en rutas nacionales y aseguró que «el Gobierno dará apertura a la licitación de 9.120 kilómetros de rutas». Adorni indicó que el presidente llegó a este punto por las «décadas de despilfarro y corrupción», donde «se vieron degradadas como nunca antes».

De esta manera dio a entender que las obras se terminarán, pero no precisó el tiempo que se le dará por lo cual podría retrasar la reparación o término de muchos caminos como el de la Ruta Nacional 22 en el Alto Valle de Río Negro que lleva años en la lista de espera y sobre las cuales los gobiernos provinciales exigen el traspaso para poder darle un cierre a la infraestructura.

Los argumentos del Gobierno para cerrar Vialidad Nacional y otros organismos de transporte

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Adorni criticó en su exposición la llamada Comisión Nacional de Vialidad, una organización que «se controlaba increíblemente a sí misma, por eso tuvimos la causa Vialidad«.

Además, sostuvo: «Se eliminó la Agencia Nacional de Seguridad Vial que no podía controlar el tránsito sin el apoyo de las fuerzas de Seguridad, ahora la tarea la realiza Gendarmería, que controla 2,5 millones de automóviles por año, en 80.000 puntos de control”.

Sobre la CNRT, que ahora será reestructurada, dijo que se había quedado “prácticamente sin competencias con la desregulación del Transporte” y que las funciones de control de trenes y servicios públicos pasarán bajo la órbita de la nueva agencia creada.