Inquietud en el INTA por proyectos del gobierno para enajenar tierras
Ya hubo movimientos internos para inventariar los bienes y preocupa entre los trabajadores la posible enajenación de tierras destinadas a la investigación y ensayos productivos.
La ofensiva del gobierno nacional para ajustar y reconvertir el INTA podría incluir como un capítulo extra la venta de tierras que hoy están destinadas a las actividades de investigación y extensión rural, según indicios que son cada vez más firmes y generan alarma entre los trabajadores y directivos del organismo.
En la Estación Experimental del INTA en Bariloche cundió la inquietud cuando días atrás, y por segunda vez, les fue requerida desde la administración central un informe sobre los inmuebles que tienen a cargo. Con ese inventario en mano -es la presunción– comenzarán a enajenarlos en favor de inversores particulares.
En todo el país el INTA tiene alrededor de 100 mil hectáreas para ensayos productivos y otras destinadas al trabajo académico y la prestación de variados servicios. También hay un porcentaje de tierras ociosas, que rondan el 45% del total, según estiman en el gobierno.
Las fuentes consultadas en INTA Bariloche pidieron reserva de sus nombres por el clima interno que se vive producto del achique, pero aseguraron que las ventas no son solo una hipótesis y “en Salta ya se hizo”.
Tanto los directivos locales como los gremios con presencia en el organismo reconocen su impotencia por la posibilidad de incidir en las decisiones, ya que entre los cambios instrumentados en en INTA está la desaparición de la autarquía y la degradación del consejo directivo de constitución mixta, que lo gobernó durante décadas. De manera que ahora “el presidente”, designado por el gobierno, puede avanzar por cuenta propia.
La estación experimental de Bariloche tiene como sede un predio de 11 hectáreas ubicado en el este de la ciudad, en una zona de alto valor inmobiliario. Allí funcionan oficinas, laboratorios, un vivero y parcelas destinadas a la experimentación con ganado menor. producción hortícola y especies forestales.
Entre su dependencias está también un área de reserva con bosque nativo e implantado en Loma del Medio, en El Bolsón, que en parte alberga viviendas producto de una antigua toma y otro sector es objeto de negociación para una posible transferencia a la provincia de Río Negro, también con destino habitacional.
Son tierras que en su momento pertenecieron al IFONA (Instituto Forestal Nacional, disuelto en los años 90) y ya no serían de utilidad para el trabajo relacionado con ese tipo de producción.
El INTA también cuenta con un predio en Jacobacci y otro de importante superficie en Pilcaniyeu, (donde hay algunos productores afincados con derecho de ocupación) y que en teoría el Estado no puede vender porque el organismo nacional los recibió de los municipios como donaciones con destino específico.
Según las fuentes, la preocupación por la posible cesión de los inmuebles es generalizada entre el personal del INTA, que permanece alerta ante cualquier señal de “interés” por parte de privados o “especuladores” inmobiliarios.
La ofensiva del gobierno nacional para ajustar y reconvertir el INTA podría incluir como un capítulo extra la venta de tierras que hoy están destinadas a las actividades de investigación y extensión rural, según indicios que son cada vez más firmes y generan alarma entre los trabajadores y directivos del organismo.
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