La estrategia del país para exportar gas a Brasil

Los proyectos para llevar el recurso de Vaca Muerta hasta el gigante sudamericano.

La discusión sobre el futuro del gas en la región tiene a Brasil en la mira. El gigante sudamericano necesitará más gas en la próxima década, pero al mismo tiempo está expandiendo su propia producción y no sufrirá un déficit crítico de abastecimiento. Ante este escenario, la pregunta clave es cómo debería posicionarse la Argentina para aprovechar la oportunidad de su abundancia en Vaca Muerta.

El analista de Abeceb Gustavo Pérego plantea que la estrategia argentina debe apuntar a aumentar la oferta para contribuir a una baja de los precios internacionales del millón de BTU, que hoy rondan los 10 dólares, hacia un rango más competitivo de 7 o incluso 6 dólares. Esto se logrará con más producción y un marco regulatorio que favorezca inversiones y exportaciones.

Pérego identifica dos marcos de referencia inmediatos para Argentina. Por un lado, el GNL en los puertos brasileños. Brasil ya dispone de Unidades de Procesamiento de Gas Natural (UPGNs) y está habituado a realizar compras spot de GNL, sobre todo para el sector eléctrico. Allí es donde Argentina puede aprovechar, porque esas compras suelen pagarse a precios más altos. Además, el costo logístico de enviar GNL argentino es mucho menor frente al gas licuado que llega desde Qatar u otros orígenes lejanos.

Otra opción es ampliar el sistema de transporte hacia Brasil. Ahí Pérego sugiere un gasoducto dedicado de que en lugar de transportar los actuales 10 millones de m3 por día (MMm3/d) pueda escalar a 20 o 25 millones. Con un marco regulatorio positivo y aprovechando que el gas boliviano ya tiene comprometidos unos 30 MMm3/d, Argentina podría aumentar sus exportaciones directas.

Brasil proyecta hacia 2035 una demanda adicional de gas de 50 MMm3/d. Pérego aclara que más de la mitad de ese volumen lo generará el propio Brasil. Es que Brasil va camino a convertirse en uno de los cinco mayores productores de petróleo del mundo, que implica un aumento considerable de gas asociado. “Brasil va a ser un mercado, sí, pero no tan grande como muchos imaginan, porque cada vez produce más gas”, sintetizó Pérego.

La estrategia argentina no puede basarse en la ilusión de un Brasil deficitario y dependiente. Por el contrario, debe apoyarse en infraestructura flexible (gasoductos y GNL), aprovechar los momentos de mayor demanda eléctrica y asegurar precios para colocar excedentes de Vaca Muerta.


La discusión sobre el futuro del gas en la región tiene a Brasil en la mira. El gigante sudamericano necesitará más gas en la próxima década, pero al mismo tiempo está expandiendo su propia producción y no sufrirá un déficit crítico de abastecimiento. Ante este escenario, la pregunta clave es cómo debería posicionarse la Argentina para aprovechar la oportunidad de su abundancia en Vaca Muerta.

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