Pacto Parental para retrasar el acceso al celular: “Esta generación fue sacrificada en pos de la tecnología”

Entrevista a Ignacio Castro, integrante de “Pacto Parental”, una iniciativa que busca retrasar el acceso al celular de los chicos hasta los 13 años.

Un integrante de Pacto Parental explicó por qué un grupo de padres impulsa un acuerdo para retrasar el acceso al celular hasta los 13 o 14 años. La iniciativa, basada en evidencia científica, sostiene que ordenar el uso de la tecnología es una responsabilidad de los adultos y no puede esperar al Estado ni a las plataformas.

PREGUNTA: ¿Por qué consideran que el celular antes de los 13 años es perjudicial?

RESPUESTA: No es algo que consideremos nosotros, sino lo que hemos aprendido leyendo e instruyéndonos, y hay mucha evidencia científica que lo marca. Para mí, el libro Generación Ansiosa, de Jonathan Haidt, es el que mejor recopila todo esto. La ciencia entiende que el cerebro de un niño a esa edad todavía es inmaduro, que la corteza prefrontal no terminó de desarrollarse y que la inyección permanente de dopamina que generan estos dispositivos funciona como una droga, generando problemas de ansiedad, depresión y otros trastornos de la salud mental. Por eso, el libro establece parámetros de 13 o 14 años para postergar el primer dispositivo.

P: ¿Cuál es el problema concreto que buscan resolver?

R: Nosotros entendemos que nuestros hijos, esta generación, es una generación que ha sido sacrificada en pos de la tecnología y es la que empieza a dar cuenta de los problemas que están asociados a todo esto. Todos les dimos teléfonos, dimos tecnología a nuestros hijos sin saber las consecuencias, y las consecuencias empezaron a verse en el tiempo. Después de años de uso, de años de implementación en estas generaciones, es cuando empiezan a aparecer los primeros efectos secundarios: los de esta generación de ahora, de los chicos que en los últimos diez años han estado criándose o desarrollando sus infancias o su adolescencia atravesadas por el celular.

P: ¿Cómo se implementa el “pacto” entre familias?

R: Esto empezó en el sexto grado del colegio de mi hijo más chico. Después de leer e investigar entendimos que hay mucho movimiento alrededor del mundo y que las propuestas van más o menos en el mismo sentido: retrasar el celular hasta los 13 o 14 años, retrasar las redes sociales hasta los 16 y que el pacto sea colectivo, porque no podemos transformar a nuestros hijos en parias. Lo planteamos en el curso con temor y los padres empezaron a decir “yo estoy”, “me prendo”. No fue todo el curso, pero con diez padres por curso ya se genera un grupo y un sentido de pertenencia entre los chicos. En sexto nos fue muy bien, se sumaron otros cursos, después toda la primaria, y cuando lo implementamos fue una explosión. Los padres se llevaron el pacto, lo militaron en sus cursos y empezó a circular por otras escuelas. El grupo creció, tomó relevancia nacional y hoy somos cerca de 600 padres. No sé cuántos firmaron físicamente, porque estamos en una etapa de sensibilización, con padres de todo el país trabajando en sus cursos y difundiendo la propuesta.

P: El celular es también una herramienta de seguridad y comunicación…

R: Nos pasó que en el curso de mi hijo había un chico que no tenía teléfono, el Nico. Digo el Nico porque siempre me pide que lo mencione, porque él está orgulloso de esto. Era el único que no tenía teléfono y sus padres, en un contexto en el que tenían que salir de viaje y necesitaban estar en contacto con el chico, le compraron un Nokia 110, que es la versión a color del viejo y querido Nokia 1100, el de la linterna y la viborita. Con eso estaban comunicados. Después yo hice lo propio con mi hijo, después otro padre hizo lo propio, y empezaron a armar entre ellos lo que llaman el “Team Nokia”, que son los chicos del curso que tienen el Nokia y que juegan a la viborita. Finalmente, el teléfono les permite estar comunicados, porque es un teléfono que solo te deja llamar, recibir llamadas, enviar SMS y sacar dos fotos de muy mala calidad.

P: ¿Qué rol deberían tener el Estado, las escuelas y las plataformas tecnológicas en este proceso?

R: En el proceso del pacto parental entendemos que no tenemos tiempo para esperar al Estado y que de nuestros hijos nos tenemos que hacer cargo nosotros. Es un movimiento de padres, un llamado a hacernos cargo. Buenísimo si el Estado reacciona y, en nuestro caso, la escuela ayudó mucho, pero insistimos en que somos los padres los que tenemos que ordenar el uso de la tecnología, porque de nada sirve que el colegio lo prohíba y después en casa se conecten todo el día al teléfono. Con las plataformas pasa algo parecido: no tenemos acceso ni llegada como Australia para obligarlas a hacer algo, ni tiempo para pelear con ellas. Esto arranca porque se meten sin permiso, o porque nosotros les damos permiso. Por eso estamos trabajando sobre ese permiso, sobre ordenar esa relación que entendemos que es, primero, una responsabilidad nuestra.

P: ¿Cómo dialogan con las críticas que señalan que prohibir no soluciona los problemas digitales?

R: Respecto a las críticas, me parece que quienes dicen que hay que avanzar en educación tecnológica no tienen idea de lo que les está pasando a los chicos en el cerebro cuando las plataformas los captan. No es que no haya que educar, pero eso es cuando tienen la edad suficiente, como cuando no le damos un auto a un chico de diez años y se lo damos a los dieciocho. Esto no es antipantallas, es postergar la tecnología hasta que ese cuerpo esté en condiciones de manejarla. El tema de la salud mental fue tabú durante muchos años y recién desde la pandemia empieza a estar arriba del tapete. No se trata de romanticismo, se trata de que entendemos que a los chicos les estamos dando merca. Y cuando entendés que a tu hijo le estás dando merca, no hay un “démosle poca” o “veamos cómo lo educamos”: hay un “no más merca”.

* Ignacio “Nacho” Castro es padre del colegio San Nicolás de Mendoza y recomendó el libro “La Generación Ansiosa” por su enfoque claro sobre el impacto de la dopamina y las redes sociales en el cerebro en desarrollo. Recordó que toda la información puede encontrarse en pactoparental.org.


Un integrante de Pacto Parental explicó por qué un grupo de padres impulsa un acuerdo para retrasar el acceso al celular hasta los 13 o 14 años. La iniciativa, basada en evidencia científica, sostiene que ordenar el uso de la tecnología es una responsabilidad de los adultos y no puede esperar al Estado ni a las plataformas.

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