Allen necesita acciones contra la violencia familiar

La violencia afecta sobre todo a mujeres jóvenes y proviene no sólo de sus esposos sino también de sus novios e incluso ex novios.

diego von sprecher

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ALLEN (AA).- Los casos de violencia familiar en la comuna de Allen crecen a un ritmo por demás preocupante. En el 2007 la ciudad registró unas 80 denuncias contempladas en el marco de la Ley Provincial 3040 de violencia familiar. Durante el 2011 ese número llegó casi a triplicarse y en lo transcurrido de este año los expedientes continúan incrementándose, marcando una situación de alarma que el Estado debería considerar como tema prioritario.

“Río Negro” accedió a las estadísticas que maneja el Juzgado de Paz de Allen, lugar en el que son denunciados los hechos de violencia familiar a través de la Ley 3040, que fue modificada posteriormente por la Ley 4241 y que, entre algunos de los puntos más importantes, incluyó en el alcance de la norma a las personas no convivientes como por ejemplo a los novios o a aquellas parejas que tengan hijos en común sin que hayan convivido bajo el mismo techo.

Cuando el Juzgado de Paz de Allen era dirigido por Dante Rossi, el recordado juez que falleció a principios del 2008, el número de expedientes que se iniciaban en esa dependencia por casos de violencia familiar oscilaba entre las 70 y las 80 denuncias por año. Lamentablemente, con el paso del tiempo y por distintos factores, la violencia fue ganando terreno en la sociedad a pasos agigantados.

En el 2011 el Juzgado de Paz de la localidad que encabeza Miguel Ángel Vilá recibió 215 denuncias por diversas situaciones de violencia familiar, cifra que superó sobradamente los índices de años anteriores. Y como si eso fuera poco hay un dato más que obliga a replantear la problemática en función de las crecientes y lamentables estadísticas: en lo que va de este año ya existen en el Juzgado de Paz de Allen 44 expedientes en trámite por episodios de violencia familiar.

Según se pudo conocer, las parejas jóvenes de entre 20 y 30 años de edad, son quienes mayoritariamente protagonizan las situaciones de violencia, que con más frecuencia comienzan a darse en la etapa de noviazgo. Prácticamente en la totalidad de los hechos son los hombres quienes ejercen el maltrato, ya sea físico o psicológico, sobre las mujeres.

En Allen se han registrado casos de violencia que llegaron a situaciones límites y que dejaron saldos de víctimas fatales. Uno de ellos fue el del Jackelin Candia (23), que el 2 de diciembre del 2010 fue asesinada a golpes por su ex novio, el joven Cristian Javier Carrasco (23), quien finalmente fue condenado a 10 años de prisión. Por estos días está siendo enjuiciado Luis Rubio Espinoza, el hombre que el 23 de julio del 2010 mató a su ex esposa, Mónica Sáez (39), luego de asestarle 14 puñaladas. Hace exactamente una semana y en una chacra de Guerrico una mujer de 68 años discutió con su marido de 70 y lo hirió tras dispararle con un arma de fuego.

Teniendo en cuenta las cifras mencionadas que son realmente alarmantes, el Estado en todos sus niveles tendría que repensar cómo se trabaja y se aplican las normas que están destinadas a brindarles protección a las víctimas de la violencia familiar. En muchas ciudades de Río Negro, sin que Allen sea la excepción, funciona la UEL (Unidad Ejecutora Local) y existen además organizaciones no gubernamentales que nacieron para contener a personas en situaciones de riesgos.

Pero por inacción de los gobiernos, el Estado generalmente se muestra ausente a la hora de asignar recursos a los organismos creados por las leyes que abordan la temática de la violencia familiar, discriminando también a las ONG que con mucho esfuerzo se encargan voluntariamente de la misma problemática.