Tratamiento de avanzada que eleva expectativas
–¿Qué cambios introdujo en el tratamiento contra el cáncer la radioterapia de intensidad modulada (IMRT)? –se le consultó a la doctora Mariel Zaderajko de la clínica Oncología Unidad Integral de Roca. Esta tecnología permite lograr una radiación con mayor precisión, con disminución de los efectos adversos que puede generar un tratamiento convencional o tridimensional. La IMRT permite el máximo grado de conformación entre la dosis administrada y el volumen del órgano a tratar, y a su vez, nos otorga variabilidad de dosis en los tejidos que se deben tratar y los órganos de riesgo, que son los que están cercanos al órgano enfermo. Gracias a este nuevo sistema de planificación logramos tratar muchos pacientes que con anterioridad no se podían tratar, o debían hacer tratamientos no con intención curativa, sino que se debía modificar, sólo para control sintomático o con intención paliativa. Esto estaba dado, porque los órganos sanos no podían recibir la dosis del órgano enfermo y, por lo tanto, se debía disminuir la dosis total de tratamiento. Con la Intensidad Modulada de Dosis, uno puede tratar cualquier tumor, pero permite mejoría sobre todo en los tumores de próstata, cabeza y cuello, tumores cerebrales, pulmón, que quizás estén las estructuras más críticas, cercanas al tumor. Esta tecnología comenzó a nivel mundial alrededor de 1992. En Argentina se encuentra hace siete u ocho años y en Fundación Labat-Radisom hace un año aproximadamente que estamos trabajando y acondicionando el servicio para poder estar a la altura del mundo, y que la gente de la región no deba irse a Buenos Aires, lejos de sus familias y de su entorno, ya que muchas veces los pacientes hasta pueden seguir con su actividad laboral. Todo esto ayuda a que el paciente tenga una mejor evolución durante la radioterapia y mejor control de la enfermedad. –¿Qué inconvenientes tenían con los tratamientos tradicionales? –Muchas veces se planificaba un tratamiento prescribiendo una dosis con intención curativa y por las dosis que recibían los órganos de riesgo, se debía disminuir la dosis del órgano de tratamiento y esto podía disminuir la posibilidad de curación. Otras veces, pacientes que ya habían sido tratados con radiación con anterioridad, no podían volver a irradiarse, y este tratamiento nos permite re irradiar regiones ya tratadas. –¿Qué porcentaje de tratamiento exitoso hay cuando el caso es diagnosticado a tiempo? –Depende del estadío inicial de la enfermedad, del tipo de histología y de la localización del tumor. Para los tumores de próstata, con estadíos iniciales el porcentaje de sobrevida libre de recaída es alrededor de 80/90%, en los tumores de riesgo intermedio del 70/80%, en los de alto riesgo del 50/70% y en los de muy alto riesgo del 30/50%. Esto significa que los tumores diagnosticados a tiempo, que se detectan porque la gente hace sus controles anuales, tienen altas probabilidades de curarse si son bien tratados. –¿Cuáles son los casos más comunes que atienden en la clínica? –En nuestra institución los casos mas frecuentes son los tumores de mama, los tumores de cuello uterino, de colon, pulmón y próstata, que estadísticamente se corresponde con lo que se ve a nivel mundial. –¿Qué grado de avance ha habido en los tratamientos contra el cáncer? –Desde el punto de vista de la investigación se ha incrementado el conocimiento del funcionamiento de los tumores y las características más internas de ellos. Esto llevó a desarrollar terapéuticas más dirigidas ante alguna función particular de la célula tumoral, con cambios en las perspectivas del tratamiento de muchos tumores.
–¿Qué cambios introdujo en el tratamiento contra el cáncer la radioterapia de intensidad modulada (IMRT)? –se le consultó a la doctora Mariel Zaderajko de la clínica Oncología Unidad Integral de Roca. Esta tecnología permite lograr una radiación con mayor precisión, con disminución de los efectos adversos que puede generar un tratamiento convencional o tridimensional. La IMRT permite el máximo grado de conformación entre la dosis administrada y el volumen del órgano a tratar, y a su vez, nos otorga variabilidad de dosis en los tejidos que se deben tratar y los órganos de riesgo, que son los que están cercanos al órgano enfermo. Gracias a este nuevo sistema de planificación logramos tratar muchos pacientes que con anterioridad no se podían tratar, o debían hacer tratamientos no con intención curativa, sino que se debía modificar, sólo para control sintomático o con intención paliativa. Esto estaba dado, porque los órganos sanos no podían recibir la dosis del órgano enfermo y, por lo tanto, se debía disminuir la dosis total de tratamiento. Con la Intensidad Modulada de Dosis, uno puede tratar cualquier tumor, pero permite mejoría sobre todo en los tumores de próstata, cabeza y cuello, tumores cerebrales, pulmón, que quizás estén las estructuras más críticas, cercanas al tumor. Esta tecnología comenzó a nivel mundial alrededor de 1992. En Argentina se encuentra hace siete u ocho años y en Fundación Labat-Radisom hace un año aproximadamente que estamos trabajando y acondicionando el servicio para poder estar a la altura del mundo, y que la gente de la región no deba irse a Buenos Aires, lejos de sus familias y de su entorno, ya que muchas veces los pacientes hasta pueden seguir con su actividad laboral. Todo esto ayuda a que el paciente tenga una mejor evolución durante la radioterapia y mejor control de la enfermedad. –¿Qué inconvenientes tenían con los tratamientos tradicionales? –Muchas veces se planificaba un tratamiento prescribiendo una dosis con intención curativa y por las dosis que recibían los órganos de riesgo, se debía disminuir la dosis del órgano de tratamiento y esto podía disminuir la posibilidad de curación. Otras veces, pacientes que ya habían sido tratados con radiación con anterioridad, no podían volver a irradiarse, y este tratamiento nos permite re irradiar regiones ya tratadas. –¿Qué porcentaje de tratamiento exitoso hay cuando el caso es diagnosticado a tiempo? –Depende del estadío inicial de la enfermedad, del tipo de histología y de la localización del tumor. Para los tumores de próstata, con estadíos iniciales el porcentaje de sobrevida libre de recaída es alrededor de 80/90%, en los tumores de riesgo intermedio del 70/80%, en los de alto riesgo del 50/70% y en los de muy alto riesgo del 30/50%. Esto significa que los tumores diagnosticados a tiempo, que se detectan porque la gente hace sus controles anuales, tienen altas probabilidades de curarse si son bien tratados. –¿Cuáles son los casos más comunes que atienden en la clínica? –En nuestra institución los casos mas frecuentes son los tumores de mama, los tumores de cuello uterino, de colon, pulmón y próstata, que estadísticamente se corresponde con lo que se ve a nivel mundial. –¿Qué grado de avance ha habido en los tratamientos contra el cáncer? –Desde el punto de vista de la investigación se ha incrementado el conocimiento del funcionamiento de los tumores y las características más internas de ellos. Esto llevó a desarrollar terapéuticas más dirigidas ante alguna función particular de la célula tumoral, con cambios en las perspectivas del tratamiento de muchos tumores.
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