Más vecinos se ubican en zona con tóxicos

SAN ANTONIO OESTE (ASA).- Los plazos para la reubicación de las familias que habitan en el área popularmente conocida como La Chanchería, que es la más próxima a las pilas de metales pesados ubicados en el acceso a la ciudad, están vencidos. Esos vecinos, que poseen unidades productivas en el lugar, fueron convocados el 13 de septiembre por el Concejo Deliberante. En ese encuentro les informaron que volverían a citarlos en el mes de octubre para presentarles una iniciativa que facilitara su traslado a un área alejada de los tóxicos, en la que deberían contar con las mismas condiciones espaciales para establecerse. Sin embargo, hasta ahora no existirían novedades al respecto. Cabe recordar que el compromiso de reubicar a los habitantes del área data del año 2006. En ese momento se estaba tratando de obtener financiamiento para remediar el plomo, y una sola familia habitaba el lugar más próximo a esta fuente de contaminación. Actualmente ese número creció considerablemente, a tal punto que mientras que un relevamiento realizado por el área de salud habla de al menos 35 familias otros aventuran que la cifra es mucho mayor. Ocurre que más allá de no haber puesto en marcha desde el Estado municipal ningún mecanismo para lograr el traslado de esos moradores tampoco se concientizó a los pobladores del ejido para evitar que eligieran el área para establecerse. Incluso se han cursado permisos precarios de ocupación, que no hicieron más que seguir densificando la zona.


SAN ANTONIO OESTE (ASA).- Los plazos para la reubicación de las familias que habitan en el área popularmente conocida como La Chanchería, que es la más próxima a las pilas de metales pesados ubicados en el acceso a la ciudad, están vencidos. Esos vecinos, que poseen unidades productivas en el lugar, fueron convocados el 13 de septiembre por el Concejo Deliberante. En ese encuentro les informaron que volverían a citarlos en el mes de octubre para presentarles una iniciativa que facilitara su traslado a un área alejada de los tóxicos, en la que deberían contar con las mismas condiciones espaciales para establecerse. Sin embargo, hasta ahora no existirían novedades al respecto. Cabe recordar que el compromiso de reubicar a los habitantes del área data del año 2006. En ese momento se estaba tratando de obtener financiamiento para remediar el plomo, y una sola familia habitaba el lugar más próximo a esta fuente de contaminación. Actualmente ese número creció considerablemente, a tal punto que mientras que un relevamiento realizado por el área de salud habla de al menos 35 familias otros aventuran que la cifra es mucho mayor. Ocurre que más allá de no haber puesto en marcha desde el Estado municipal ningún mecanismo para lograr el traslado de esos moradores tampoco se concientizó a los pobladores del ejido para evitar que eligieran el área para establecerse. Incluso se han cursado permisos precarios de ocupación, que no hicieron más que seguir densificando la zona.

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