Hallan bebé muerto en un placard: estaba dentro de una mochila
La madre de la criatura, de 22 años, fue internada en estado de shock. Su familia no sabía que había estado embarazada ni que había tenido familia. Profesionales dan una explicación de lo ocurrido en Tandil.
TANDIL
Un bebé de apenas dos meses de vida fue hallado muerto dentro de una mochila, guardada a su vez en un placard de una vivienda en Tandil.
El macabro descubrimiento se realizó ayer en un departamento ubicado en Moreno 1320 y ahora los investigadores tratan de determinar las circunstancias que envolvieron a la muerte del bebé y por qué se habría intentado ocultarlo.
La madre del bebé, de 22 años, su hermano y sus padres se presentaron a la seccional 2a. con la intención de informar sobre un hecho “que movilizó a la familia, que desconocía incluso el embarazo de la joven”, según consignó El Eco digital.
De acuerdo a lo informado por la policía, la criatura habría nacido el 30 de marzo pasado en el Hospital Municipal Ramón Santamarina.
“El relato se inició el viernes, cuando desde el centro asistencial público se comunicaron con la abuela de la reciente madre para informarle que debían llevar al niño a un control”, agregó la página web.
Agregó que, “desconcertada por la información que recibió, la bisabuela del recién nacido consultó con su otro nieto, hermano de la joven”.
“Con pocas certezas, dio inmediato aviso a sus padres, que emprendieron viaje desde Santiago del Estero, de donde son oriundos, según se indicó. La familia intentó conocer lo sucedido y se encontró con la estremecedora escena al inspeccionar el placard de la habitación. Posteriormente, asistieron a la sede policial para informar el hecho”, indicó El eco Digital.
En tanto la madre de la criatura, cuya identidad no fue suministrada, fue internada en el hospital local “en estado de shock”. Autoridades sanitarias indicaron que se encuentra reticente a recibir la ayuda de psicólogos por lo que aún permanece sin prestar declaración. Su testimonio reviste de importancia para conocer su versión de los hechos y los detalles que permitan completar la historia.
El entorno más cecano sí sabía del embarazo
Con el avance de las actuaciones trascendió en las últimas horas que si bien su familia directa desconocía el embarazo, no sucedió lo mismo con otras personas cercanas a su entorno, con quienes había entablado relación tras haberse radicado en la ciudad, concretamente sus empleadores y algunas compañeras con quienes cursaba la carrera de enfermería aparentemente en el Instituto Superior de Educación Técnica 75 (ex Normal), de Tandil.
De acuerdo a lo indicado por fuentes policiales, la joven oriunda de Santiago del Estero cuidaba a un chico con capacidades diferentes cuyos padres “sabían del embarazo” e incluso “estuvieron con el pequeño al momento de su nacimiento”.
Tampoco se pudieron establecer mayores precisiones en relación al padre biológico del recién nacido. Desde el entorno se dijo que la mujer salía con una persona desde hacía pocos días y que sospechaban de otro hombre, oriundo de Santa Fe, con quien habría mantenido una relación. “Pero no hay nada certero”, aclararon, e indicaron que apuntan a que la principal protagonista de la historia pueda declarar.
Además se confirmó que el nacimiento del bebé ocurrió el pasado 30 de marzo en el Hospital por parto normal y que junto a su madre recibió el alta médica a las 48 horas.
“Una grave perturbación psicoemocional”
El director administrativo del Hospital de Tandil, Diego Macagno, el director de Salud Mental Luciano Grasso, la jefa de psicología, Gloria Lloveras, mantuvieron contacto con el psicólogo y titular de la Comisión de Salud, Adolfo Loreal, quien fue el responsable de informar algunos detalles sobre el caso.
El profesional confirmó que la paciente ingresó al centro asistencial bajo un cuadro de “excitación psicomotriz”, lo que comúnmente se denomina ataque de nervios, y graficó que se presentó con “un descontrol emocional y motor”, por lo cual “la paciente fue sedada y alojada en la guardia”.
El psicólogo expuso que se trata de situaciones que “salen de la norma, que podemos calificar como atípicas o anormales”, y sostuvo que “no hay casi mayor justificativo que la perturbación psíquica, la irracionalidad o la locura para entender que alguien pueda tener un bebé muerto escondido en un placard”.
“No sólo se debe leer como un hecho delictivo, sin dudas habla de una grave perturbación psicoemocional”, ya que “nadie que esté en su sano juicio puede mantener una situación así”.
Fuente: El Eco digital
TANDIL
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