Cuando el cine y la cocina se dan la mano
Se estrena “Un viaje de diez metros”, con Helen Mirren
CINE
Steven Spielberg dijo en una ocasión que uno de los motivos principales de rodar una película como “Jurassic Park” era el obtener dinero para después hacer una cinta más intimista como “La lista Schindler”. Algo similar a lo que pudo ocurrir con “Un viaje de diez metros”, producido precisamente por un talento tan versátil como el de Spielberg.
Cierto que esta película es infinitamente más modesta que aquella obra maestra que arrasó en los Oscar en 1998, pero tiene ese componente humano que cada vez ofrecen menos las grandes superproducciones de Hollywood. La cinta está cargada de momentos mágicos para emocionar al espectador sin necesidad de violencia superlativa ni efectos especiales de última generación.
A simple vista para el espectador, esta producción aunque solo sea por tratarse de una comedia con tintes dramáticos y el inconfundible acento de la exótica cultura india en una mezcla con las más antiguas costumbres europeas.
También tiene en común el concepto de la atracción de polos opuestos que se acaba por manifestar, en una historia definitivamente atípica pero cada vez más simpática según van transcurriendo los minutos.
Todo gira en torno a Madame Mallory, interpretada por Helen Mirren, la dueña de un restaurante con una estrella de la guía Michelín. A este establecimiento situado en el sur de Francia acude a comer de vez en cuando el mismo presidente de la república gala.
Tras una parada en Londres, donde el protagonista, el joven chef Hassan (Manish Dayan) decide que “las verduras no tienen alma”, la familia resuelve mudarse a un poblado francés de tarjeta postal: Saint-Antonin.
Allí abren un nuevo restaurante, “Maison Mumbai”, justo frente al “Saule Pleureur” .
Entre palomas asadas y pollos tandoori, nace un duelo de civilizaciones con las tensiones raciales en Francia como telón de fondo.
Helen Mirren parodia maravillosamente a la anciana francesa imbuida por sus tradiciones (“Aquí la cocina no es un matrimonio viejo y cansado, es un apasionado romance”) y bastante arrogante (“Si su cocina se parece a su música, le sugiero que le baje el volumen”).
Todo ello en manos del director sueco Lasse Hallström, conocido especialmente por haber firmado “Chocolat” (2000), también con una inclinación por la gastronomía, adaptación de la novela de Richard C. Morais sobre los dos restaurantes rivales.
Mirren, la estrella indiscutible del filme y ganadora de un Oscar por la película “La Reina”, dijo que “es como un regalo caído del cielo”. Según declaró, adora Francia y la idea de pasar tres meses rodando allí le parecía “un milagro”.
En cuanto a su personaje, indica que “es un gran pez en un pequeño estanque, una mujer obsesiva, muy profesional, muy dedicada a su comida, a la historia de Francia, y un poco estrecha de mente”.
Sin embargo, poco a poco se van rompiendo las distancias y, a través de la cocina, se van acercando posturas y acostumbrándose los unos a los otros. La historia cautivó a Oprah Winfrey al considerarla la lectura del verano de 2010, lo que la llevó a unir fuerzas con Spielberg.
Para éste, “los sabores que deja Hallström en todas sus películas son de larga duración”, por lo que consideró la elección del director como un acierto teniendo en cuenta la clase de guión y los actores. De fraguar, es una de esas películas que permanecen en la memoria de los espectadores durante mucho tiempo, que deja buen sabor de boca.
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