De estreno: Peto Menahem
El actor habló con “Río Negro” sobre “Caída del Cielo”, la película que protagoniza con Muriel Santa Ana.
Alejandro (Menahem) se encuentra en su patio, a punto de tomar la decisión más drástica de su vida, cuando de repente algo cae a sus pies. Repuesto del tremendo susto, cae en la cuenta de que se trata de una mujer. Se trata de Julia (Muriel Santa Ana), su vecina de arriba que cayó de la terraza. No puede moverse pero al menos respira, y es así como calmadamente le da indicaciones a Alejandro para que pueda llamar a una ambulancia. A partir de allí, estos dos fóbicos personajes comienzan a enlazar sus vidas solitarias.

-P: ¿Cómo llegaste a la película?
-R: Me llama el director Néstor Sánchez Sotelo, porque Muriel le sugirió que lo haga. Ella y yo somos muy amigos, y además de tener esa gran amistad, cariño y onda en la vida real, con Muriel tenemos muy buena onda escénica. Tenemos una manera de encarar el trabajo de forma similar y mucha confianza, lo cual es fundamental cuando estás laburando. El tener confianza en el otro lo es todo. Sé que si en alguna parte la estoy pifiando, ella me lo va a indicar. Y eso está buenísimo.
–P: Habías trabajado con ella, ¿no?
-R: Sí, en la obra de teatro Todos Felices, en 2012, dirigidos por Oscar Martínez, que se presentó en el Paseo La Plaza. Y en Solamente Vos (2013) también, lo que pasa es que ahí no teníamos muchas escenas juntos. Sólo nos cruzábamos cada tanto.
-P: Hay mucha gente de cine participando de la película como Fabián Forte, que es director.
-R: Eso fue lindo porque en realidad nos rodeamos de amigos. Básicamente era una película de dos personajes y decidimos entre Néstor, Muriel y yo llamar gente a la que quisiéramos mucho, y que nos gustara como trabajara, para que interpreten a los personajes secundarios. Por eso están Héctor Díaz, Seba Wainraich, Karina K, Hernán Jiménez, toda gente amiga.
-P: Las escenas con Sebastián Wainraich son muy buenas.
-R: Cuando tiré su nombre, Néstor y Muriel estuvieron súper de acuerdo. Con ella habían trabajado juntos en Ciega a Citas (2009-2010). Cada oportunidad que tenga de trabajar con Seba la voy a aprovechar porque con él, aparte de ser muy amigos, tengo una onda escénica que no encontré nunca. Es increíble. Hacer cosas con él me encanta.

–P: ¿Este es tu segundo protagónico, no?
–R: Claro, el primero fue Juntos para Siempre (2010). Una muy linda película. Las cosas que nos pasaron con ella fueron extraordinarias. La hicimos hace varios años ya y me sigue parando gente por la calle y recordándomela. Fue escrita y dirigida por Pablo Solarz. Es una comedia que se va oscureciendo, un género que no se hace mucho acá. Está muy buena. De hecho, me gané un premio a la Mejor Actuación Masculina en la edición 2012 del Festival de Málaga. Fue muy lindo ese proyecto.
-P: Al principio del film, Alejandro, tu personaje, se lo ve que está pasando una situación muy fuerte. ¿Cómo lo construiste?
-R: Básicamente, imaginándolo y charlándolo mucho con el director. Mi personaje a sufrido hace poco dos pérdidas muy importantes en su vida y no se puede reponer de eso. Tuvo que internar a su madre en un geriátrico después de convivir con ella en el desgaste de la vida, y también se le murió su perro que era su único amigo. Alejandro es muy solitario y con su mascota tenía una relación como con nadie. Nunca se habla de una pareja, ni se menciona amigos, y eso te va dando muchas pistas.
-P: También toca la batería, ¿sabías hacerlo o tuviste que aprender?
-R: No tenía ni idea. Aprendí a hacerlo para la película, lo cual agradezco mucho. Tocaba un poco la guitarra y se lo propuse al director, pero me insistió con la batería. Así que me fui a estudiar un mes con Cristian Judurcha que es muy groso: como baterista, como profesor y como gente. Es un genio.
-P: En el film parece que tocaras hace años.
-R: Me gustó mucho, mucho, mucho. La música no es algo extraño para mí. Cada tanto toco con amigos, pero me gustó mucho la batería. No me imaginé nunca que me iba a gustar tanto el instrumento ese. He tocado en bandas, en vivo y nunca me había llamado la atención sentarme en la batería y probar. Y cuando empecé dije: “Esto es genial. Tengo ganas de seguir”.

-P: La química que proyectan en pantalla con Muriel hace la película. Es tremenda.
-R: Bueno, eso también es el guión. Vos lo leés y es la relación entre dos personas y cómo se construye. Y justamente eso es lo que me gustó: cómo se construye un vínculo amoroso entre dos personas. Una relación que, además, comienza de la peor manera. Es tremendo.
En cuanto al trabajo con Muriel, no siempre que tengas onda con alguien, tenés onda escénica. Y puede pasar al revés. A mí me han pasado las dos cosas. Con amigos o con gente que quiero un montón me gustaría tener más entendimiento trabajando y no pasa. Con otros con los que me entendí muchísimo en escena, afuera no tuve nada. Con Muriel tengo el entendimiento en las dos facetas.
-P: Lo tuyo es, claramente, el teatro, ¿pero te gustaría hacer más cine?
-R: Me encantaría. La verdad que sí. Yo no planeo mucho las cosas. Un actor puede decir o querer ir para un lado, ya sea la televisión, el cine o el teatro. Hace 15 años que no me bajo del escenario, hace más que hago teatro pero durante todos esos años hice una obra atrás de la otra. Prácticamente no tengo dos meses sin estar en las tablas, lo cual es un poco agotador y ya debería parar un poquito. Pero en algún momento es una decisión, una elección. Porque siempre podés decir que no. Con la televisión me pasó algo parecido, estaba haciendo demasiada hasta que decidí parar un poco. Ya estoy grande y no puedo hacer las dos cosas a la vez. Salvo que sean proyectos que me gusten mucho.
Cuando fue lo de Juntos para Siempre, en esa época venía haciendo tele y teatro, ahí decidí que me gustaría hacer más películas. Paré con la televisión porque si no hay lugar para que las cosas pasen, no pasan. También tiene que ver la suerte, sobre todo eso. Pero cuando viene, tiene que encontrar algo en donde calar, una oportunidad. Entonces frené, le di el espacio y vino. Ojalá viniera de nuevo. Me encantaría hacer más películas. Me encantaría.

-P: Es que tu carrera la diseñaste en base al teatro.
-R: Empecé muy pronto en el teatro. Hice muchas obras, mucho teatro independiente. A los 17, 18 años comencé mi carrera ahí. A los 16 empecé a estudiar y dos años después ya estaba estrenando dos obras. Y televisión con continuidad, con personajes bien establecidos, diez años después. Me atrapó mucho el teatro. También en ese momento tenía mucho prejuicio, por eso decía que uno le tiene que abrir la puerta a la oportunidad. Pensaba que uno como actor no podía no hacer teatro, que era más prestigioso que los otros medios. También no sabía cómo entrarle. Cuando se me fue ese pensamiento, y menos mal que se me fue, la empecé a pasar genial en la televisión y ahora no podría estar sin hacerla durante mucho tiempo porque me encanta. Y ahora el cine también me gusta mucho, sobre todo por la manera en que se trabaja: de forma muy concentrada, intensa y por poco tiempo.
-P: ¿Cuáles son tus próximos proyectos?
-R: Acabo de estrenar el sábado pasado la obra La Piña, en la que actúa Cabito y yo dirijo. Va los viernes y sábado de trasnoche en el Metropolitan Citi. Sigo actuando en Le Prenom, este es el cuarto año, de miércoles a domingo en el Multiteatro. También estoy en la radio los jueves en Metro y Medio. Hay un par de cosas que están dando vueltas que están buenas pero todavía no se confirmó. Y más no porque hay que parar un poquito.
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