Si me dan a elegir volvería un ratito a la niñez que conocí
la peña
Una vuelta por aquella (vieja) infancia
Datos
- Es inevitable volver el tiempo atrás. Es que los años de niños fueron distintos, tantos que por buenos o malos no se podrían olvidar. Queríamos ser grandes a toda costa para hacer las cosas de grandes y ahora, vaya paradoja, queremos volver a ser niños.
- Claro, desde que fuimos niños pasaron muchos años, equivalentes a vidas, porque los niños de hoy con el correr del tiempo tal vez aspiren a volver los años atrás y quieran regresar a este presente del que los adultos queremos salir.
- Es loco, pero aunque convivimos con la modernidad nos quedamos en el tiempo y esa infancia que añoramos cambió. Hoy ser niño, sobre todo en las ciudades, es muy distinto a ser niños varias décadas atrás.
- Somos del tiempo de los barriletes, de los trompos de madera, de las bicicletas remendadas, del karting de madera y rulemanes.
- Somos de esos años de las galletitas sueltas, el helado hecho en casa, el pan casero y las navidades sin celulares. Somos del tiempo donde había tiempo para el abrazo fraterno, de las miradas de frente y las mesas libres de tecnología.
- Somos del tiempo del hule en la mesa, del mueble antiguo cuidado como oro; somos de la época del viaje en tren o colectivo, somos del Falcon o el Chevrolet Super.
- Somos de la Estanciera y de la motoneta, somos de rulero con el globo para disparar siempreverdes o pelotitas del paraíso.
- Nos tocó vivir en la época del Fulvence o del Sacachispas, de las zapatillas Flecha o Fanático.
- Somos del pueblo bien pueblo, de la carretilla, los patios grandes y el tiempo en que para fin de año la sidra era la vedette.
- Crecimos queriendo ser grandes, queriendo volar cerca, del tiempo en que el sueño lejano era del que podía, de los que mandaban a su hijo a estudiar a Córdoba para que vuelva como médico.
- Y hoy lo que no era común ya es moneda corriente. Eso sí, si me dan a elegir quisiera volver un rato a esa infancia, la que yo conocí.
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