EE. UU. ataca con drones y aviones a yihadistas

La operaciones se concentran en el norte de Irak. Es la primera acción importante desde el 2011.

EL MUNDO

WASHINGTON (AP/AFP).- Estados Unidos lanzó ayer dos nuevos ataques aéreos sobre blancos del grupo extremista Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL) en el norte de Irak, contra una caravana de vehículos y contra posiciones de obuses, informó el Pentágono.

Los ataques, registrados cerca de la ciudad iraquí de Erbil, se realizaron con el uso de cazas de la Marina y aviones dirigidos a distancia, dijo el secretario de prensa del Departamento de Defensa, contraalmirante John Kirby. Los drones alcanzaron un obús y cuando los combatientes regresaron al lugar momentos después, fueron nuevamente atacados y abatidos, dijo Kirby.

Por separado, cuatro cazas F/A-18 de la Armada lanzaron bombas de 250 kilos sobre una pieza de artillería móvil del EILL con la que habían atacado a fuerzas kurdas en Erbil y amenazaban al personal estadounidense estacionado allí. Los cazas partieron del portaaviones George H.W. Bush y arrojaron en total ocho bombas guiadas por láser.

Los ataques se dieron después de una ofensiva matutina sobre diversas posiciones yihadistas.

El presidente Barack Obama advirtió el jueves que Estados Unidos lanzaría ataques aéreos sobre el grupo extremista. Es la primera vez que Estados Unidos se involucra en Irak desde que retiró sus tropas en el 2011.

Obama autorizó estas incursiones para evitar “un genocidio” y detener el avance de los yihadistas sunnitas que amenazan a las minorías cristianas y yazidis y al Kurdistán iraquí.

En la noche del miércoles, fuerzas kurdas se retiraron de Qaraqosh y los yihadistas tomaron posiciones en esta ciudad, situada entre Mosul, la segunda ciudad del país, que ya estaba en poder del Estado Islámico, y Erbil.

Según el patriarca caldeo Louis Sako, Qaraqosh, la mayor ciudad cristiana de la región, fue vaciada de su población, unos 100.000 habitantes. Muchos de ellos trataron de entrar en el vecino Kurdistán, aumentando la presión en este territorio autónomo de cinco millones de habitantes que ya recibió a cientos de miles de personas desde que EIIL comenzó su ofensiva, el 9 de junio. Ya el domingo, la conquista de Sinjar, un bastión de la minoría kurda yazidí, una religión preislámica en parte salida del zoroastrismo, había provocado la fuga de 200.000 civiles.

La Casa Blanca no ha fijado un límite de tiempo para los ataques aéreos, pese a temores de que Washington se vea arrastrado nuevamente al conflicto en el país árabe. “El presidente no ha fijado una fecha específica”, dijo el portavoz de la Casa Blanca Josh Earnest a los periodistas.

Quien a fines de 2011 se congratulaba por haber dejado “un Estado soberano, estable”, se convierte, de hecho, en el cuarto presidente estadounidense consecutivo en emprender una acción militar en Irak, después de George H. W. Bush, Bill Clinton y George W. Bush. “Como comandante en jefe, no permitiré que Estados Unidos sea arrastrado a una nueva guerra en Irak”, insistió Obama. Pero es imposible predecir el giro que tomarán los acontecimientos. “Una vez que Estados Unidos emprende una operación como ésta, la situación puede degradarse y habrá presiones crecientes para que los estadounidenses hagan más”, destaca Julian Zelizer, profesor de historia en Princeton.


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