Profesor activo, alumno agradecido
Marcelo Antonio Angriman*

Aunque pocos la conozcan, en nuestro paìs se encuentra en vigencia la Ley nacional 27197 contra el Sedentarismo, que fue sancionada el 7-10-15. Que el Congreso de la Nación deba dictar una norma para que la gente se mueva no debiera enorgullecernos, ya que la misma implica el claro fracaso de un mensaje que debiera ser parte del acervo cultural de una comunidad.
A tal precepto ha adherido la Provincia de Neuquén, por medio de la Ley 3167 del 11-1-19. En los fundamentos de dicha adhesión figura un diagnóstico preocupante de la realidad local al indicar que:
1) Un 60% de los empleados públicos de la región son sedentarios y 4 de cada 10 chicos neuquinos padecen obesidad.
2) Según un estudio realizado por el IFES de Neuquén, en el Alto Valle en 2017 un 60% de los empleados públicos de la región son sedentarios y su riesgo no puede contrarrestarse con horas en el gimnasio.
La coherencia entre el conocimiento y dichos del profesor y la demostración de que él también practica actividad física son claves para la credibilidad entre los alumnos.
3) Es decir, que las conductas sedentarias producen un riesgo grave de enfermedad.
4) En el estudio se comprobó que un 53% de los entrevistados permanecían sentados 8 horas o más por día, mientras que un 63% superaba las 6 horas.
5) Otra encuesta a mil estudiantes de entre 13 y 18 años de colegios de Neuquén concluyó que un 62% de los adolescentes elige escuchar música como pasatiempo. Además, un 58% optó por las reuniones con amigos y un 55% eligió ver televisión.
6) Según un estudio de la Subsecretaría de Deportes de Neuquén a 4500 alumnos de 10 a 18 años, 4 de cada 10 niños neuquinos padecen obesidad. La provincia es la segunda del país con mayores índices.
7) El mismo informe especifica que los chicos de la región Confluencia dedican 3,9 horas diarias a los dispositivos (televisión, computadora, celular), mientras que en la zona sur el promedio alcanza 2,9 horas por día.
Los datos son suficientemente elocuentes de la preocupante epidemia de sedentarismo y obesidad que afecta a la región, flagelo que en mayor o menor medida, es parte de un fenómeno global.
Asi, un estudio del Imperial Colllege y la OMS, indica que en el mundo, el número de niños y jóvenes de entre 5 y 19 años con obesidad se ha multiplicado por 10 en los últimos cuatro decenios.
Por tal razón la OMS recomienda que los niños se ejerciten al menos una hora al dìa, no solo para prevenir la obesidad y sus enfermedades asociadas, sino también porque la infancia es el momento ideal para la prevención, educación y concientización; siendo la niñez la mejor etapa de la vida en la que se pueden inculcar hábitos.
De ello han tomado nota los países más desarrollados en materia educativa como Finlandia que dispone de un 20% de su horario curricular para la educación Física, Francia con un 14%, en comparación con otros más relegados como España con tan sólo un 4%.
Se sabe que la actividad física previene enfermedades, participa en procesos del crecimiento, y rehabilita la salud. Pero también es socializadora e integradora. Durante su práctica, actúan neurotransmisores (dopamina, norepinefrina, noradrenalina y la serotonina, entre otros), que producen una sensación de calma, bienestar, felicidad y disminución de la ansiedad.
Además, supone una buena herramienta para trabajar los valores, la cohesión grupal, el esfuerzo, la constancia, el respeto y el compromiso. Sin olvidar que también favorece el rendimiento académico. Estudios en neuroeducación confirman que mejora la memoria, activa la atención y la motivación.
La ley provincial crea un programa llamado Neuquén Activa, del que participan distintas instituciones, con una batería de objetivos destinados a expandir la actividad física.
Dentro de las mismas entiendo que ocupa un rol fundamental las universidades e institutos de formación docente, cuya principal premisa hoy debiera ser formar profesionales que sepan fundamentar y convencer acerca de las bondades de la actividad física. Actualmente, un verdadero déficit en muchos profesores, que ni siquiera encarnan en su propia persona, el mensaje que pregonan a sus alumnos.
En tal sentido, la coherencia que demuestre el profesor en orden a su conocimiento y adecuada argumentación, sumado a la demostración de que él también practica la actividad física o deportiva, son elementos definitorios a la hora de generar credibilidad en los alumnos.
No hay peor mensaje por parte del educador, que aquel que no se encarna. No hace falta ser un gran atleta, sino que la actividad física sea parte de la vida de aquel que la pondera ante sus pupilos.
La Educación Física debe ser un medio motivador para que los educandos practiquen actividad física o deporte más allá del aula. Si un ‘profe’ consigue que sus alumnos incorporen tales prácticas probablemente aporte significativamente a su calidad de vida por el resto de sus días.
- Abogado. Prof. Nac. De Educación Física. Docente universitario. angrimanmarcelo@gmail.com
Marcelo Antonio Angriman*
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