A 20 años del título que marcó un antes y un después en Argentinos del Norte

El 1° de agosto de 1999, un grupo de pibes comandado por Mario Neri le devolvía la gloria a la entidad “carcelera”, al consagrarse campeón venciendo a Cipolletti en la final luego de tres décadas sin festejos.

Corría el año 1995 cuando Tomás Ibáñez y Rodolfo Romero, dos de los más recordados dirigentes que tuvo Argentinos del Norte, se juntaron en la sede del club tratar de encontrarle una salida al fútbol de la entidad, cuyos años felices ya se habían perdido en el tiempo. Decidieron darle la quinta división a un ex jugador del club, Mario Neri, para que encabezará un proyecto que le devolviera la gloria perdida a la entidad carcelera.

Allí mismo comenzaría un ciclo que marcó un antes y un después en la vida del club. Esa quinta división salió campeón y aquel equipo sería la génesis de una generación dorada que terminó con una sequía de 31 años. La última vez había sido en 1968 cuando el Carcelero venció 1-0 en la final a Tiro Federal.
En aquellos años, Argentinos no tuvo ni tercera ni primera división. Fue una ausencia de dos temporadas y la Liga Confluencia intimó al club a que debía presentar equipo en las dos principales categorías o no podría competir en ninguna. Los pibes clases 1978/79 comandados por Mario Neri debieron crecer de golpe. “Hace subir a los pibes…”, le dijo Tomasito Ibáñez al entrenador.

En el ‘98 perdieron la semifinal por penales ante San Martín en cancha de Unión , y al año siguiente, en una recordada final de ida y vuelta ante Cipolletti, Argentinos tocó el cielo con las manos por primera vez en la historia de la Liga Deportiva Confluencia.
“La cancha era una locura. No sólo estaba todo el barrio, sino que había mucha gente de otras ciudades”, cuenta Wilson Dupré, el héroe de aquella final al marcar el 1-0 con que el Carcelero venció a Cipo en la Visera, y también los dos (2-1) en la cancha carcelera. Cuentan los memoriosos que nunca hubo tanta gente en el estadio del populoso barrio de Tiro Federal. “Era la victoria del humilde sobre el poderoso. En Cipo había varios que jugaban en el equipo del Nacional B. Fue inolvidable”, recuerda el goleador.

El plantel campeón del Apertura 1999: Cristian Severini, Miguel Cachito Sandoval (utilero), Juan C. Flores, Gustavo Gutiérrez, Juan J. Contreras, Rubén Ferreyra, Mauricio Suárez, Marcos Ochova, Javier Bejarano, Fabián González, Sergio Giménez, Mario Neri (DT). Abajo: Patricio Torres, Raul Guiñez, Daniel Salomon, Guillermo Gallardo, Wilson Dupré, Maxi De María y Marcos Díaz. “Patrulla Jiménez, suspendido para la revancha, también formó parte del plantel.

Mario Neri falleció en el 2013, aunque su esposa Leticia era como una integrante más del cuerpo técnico. “Éramos como una gran familia. Acompañábamos en las concentraciones, hacíamos tortas para los chicos, de todo. Recordar estos 20 años me da mucha alegría, pero también tristeza porque él no está”.
¿Quién pegaba más en esa defensa? El Polo Daniel Salomón, que jugaba de segundo central, cruza miradas con Patricio Torres (lateral derecho) y el Pato se hace cargo: “Mario me aconsejaba y me enseñaba que había que jugar además de poner. Había un gran compañerismo en ese grupo. Entre tercera, que ese año también fue campeón, y primera había una gran comunión”.

Argentinos, que de no tener presencia por un par de años en las dos divisiones principales, se consagraba campeón por partida doble en el ‘99.
El Polo Salomón, un apellido de estirpe azulgrana, hace memoria y describe la instantánea imborrable de aquella campaña. “El momento en que Wilson se eleva el área, le saca medio cuerpo al defensor y marca de cabeza el segundo gol… Fue una alegría inmensa, con todos festejando. Fue la consagración de un grupo irrepetible”.


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