A los 92 años, estudia para terminar la primaria

UN EJEMPLO DE VIDA

SIERRA GRANDE (ASG).- El paso del tiempo no es ni será un obstáculo en la vida de Salustiana Aguilera, que a sus 92 años se apresta a terminar el primer ciclo en la educación primaria de Sierra Grande.

Aprender a leer escribir y hacer cuentas eran las premisas que la abuela tenía cuando hace un par de años ingresó a la Escuela Primaria de Educación Básica para Adultos Nº 26.

La mujer no está sola, su hija María Aguilera, de setenta y tantos es su compañera de grado y de banco. “Si Dios quiere y estoy viva, voy a seguir”, señaló Salustiana cuando el cronista de este medio la visitó en el aula en la escuela 251. Allí son pocos, entonces la docente Susana Pizarro deja largas horas de charlas y de intercambio de historias permanentes es que la abuela ya ha vivido casi un siglo y siempre tiene mucho para contar.

La enseñanza es casi personalizada y los docentes de adultos tienen una particularidad: tratan de no perder pisada de sus alumnos.

Como si se tratara de una niña, doña Salustiana hace letra redonda y clara, hace cuentas de sumar restar y otros ejercicios que hoy son parte de la vida de la anciana.

“Lo que más destaco es su voluntad y sus ganas de aprender todos los días, pero además es sumamente responsable, no tiene inasistencias y llega a horario”, señaló a este medio la docente que le enseña. “Me ha contado que cuando está por venir a la escuela, echa a las visitas de la casa para no faltar”, agregó.

Ya a punto de terminar el año la abuela está en primer ciclo, ha progresado mucho en estos tres años que lleva en el establecimiento. La abuela es todo un ejemplo porque la edad y el desconocimiento no se interpusieron para que el estudio sea parte de su vidas de manera permanente. Se siente orgullosa, dice, porque sentía necesidad de incorporar conocimiento a su vida y ahora que comparte con su hija todo es mas fácil.