A quiénes les rinde homenaje Bariloche

El Centro Cívico y sus inmediaciones concentran la mayor cantidad de estatuas y bustos conmemorativos. Algunos muestran daños o carecen de toda identificación.

Los monumentos están ahí, en algún rincón de una plaza, en una plazoleta, en el acceso de una escuela, en una rotonda o una institución. Son parte del paisaje urbano, del lenguaje de la memoria, pero la mayoría pasa inadvertida y pocos notan su presencia.

Sin mencionar al “padre” de todos los monumentos en Bariloche, el único ecuestre y el más polémico, del general Julio Argentino Roca en el medio de la plaza del Centro Cívico, se instalaron más de una docena de bustos y monumentos de próceres argentinos, pioneros de la ciudad y también se erigieron estatuas simbólicas y leyendas.

Primo Capraro, homenajeado por los italianos. (Foto: Chino Leiva)

En el Centro Cívico domina la escena el monumento a Roca pero hacia los jardines que bajan a la Costanera, se encuentran Primo Capraro y Juan Manuel de Rosas. El primero es el más visible, está en un pedestal de piedra en la cima de unas escalinatas, mirando al lago Nahuel Huapi. Es un homenaje de entidades italianas (incluso todas las placas colocadas están escritas en italiano) a uno de sus nativos, de la región de Belluno, que fue pionero de Bariloche, comerciante e impulsor del turismo.

Hacia el otro extremo, también con la mirada hacia el lago, casi al ras del suelo es poco perceptible el busto de bronce del militar y exgobernador bonaerense Juan Manuel de Rosas, vestido con uniforme y con una enorme medalla colgando de su cuello. El monumento no tiene placa identificatoria por lo que hay que apelar a las imágenes de los libros de historia para distinguirlo.

El busto de Güemes, es el más deteriorado de los monumentos. (Foto: Chino Leiva)

Otro homenaje modesto, de cemento y algo destruido, tiene el “padre de los gauchos”: Martín Miguel de Güemes. Es el busto menos cuidado de la ciudad, con severos daños de la estructura que se alza en una base de cemento de 1,5 metros junto al Club Andino Bariloche. Cuenta con dos placas de reconocimiento de Gendarmería Nacional y una central con una extensa leyenda del exgobernador de Salta, Hernán Cornejo, colocada en 1988.

La loba amamanta a Rómulo y Remo en la Plaza Italia.
Chino Leiva

En la zona de la costanera, sobre la línea de la avenida 12 de Octubre, se ubican otros tres homenajes. El más llamativo, en plaza Italia (12 de Octubre y Palacios), es un prolijo y detallado culto a la leyenda de Rómulo y Remo en el que los dos niños son amamantados por la loba Luperca. El monumento se erige en una base de granito, de espaldas al lago y solo tiene una placa que indica “Desde Italia a la ciudad de San Carlos de Bariloche en ocasión del 8° Raduno Alpino de 1967”.

Sarmiento, en el interior de la Escuela 266.
Chino Leiva

Ochocientos metros más hacia el Este, en el hall de acceso de la Escuela 266, una de las más antiguas de la ciudad, una base de madera robusta de unos 2 metros contiene el busto de yeso de Domingo Faustino Sarmiento, sin placa pero con su tradicional guardapolvo.

Por la espalda, la imagen del Perito Moreno. (Foto Chino Leiva)

Francisco Pascasio Moreno, más conocido como “Perito Moreno”, tiene su imponente monumento en la plaza seca que lleva su nombre en 12 de Octubre y Diagonal Capraro. Emplazado sobre una enorme piedra se eleva su figura de pie, en bronce, con el pie izquierdo inclinado hacia adelante, un lápiz en la mano derecha y un papel en la contraria que apoya sobre la rodilla. La imagen da la sensación de movimiento con un largo saco abierto y ondulado. Debajo, sobre la piedra que lo sostiene, nueve placas destacan su figura, la más antigua data de 1945 y fue colocada por profesores y estudiantes del Colegio Nacional de La Plata.

José Gervasio Artigas, prócer de la independencia uruguaya. (Foto: Chino leiva)

A 20 metros, una modesta plaza dedicada a la República Oriental del Uruguay (O’Connor y Diagonal Capraro) luce un busto de bronce de José Gervasio Artigas, prócer de la independencia uruguaya.

En la Plaza Belgrano, a unas 7 cuadras del Centro Cívico, también hay un busto de Manuel Belgrano, el prócer que da nombre a ese espacio verde.

Los “próceres” a los que Bariloche rinde culto se completan con un busto de bronce del libertador José de San Martín, junto al Monolito de la avenida Bustillo.

Símbolos colectivos y universales

Un homenaje a la Madre, en la plazoleta Sara María Furman, en calle Brown.

Datos

Otras imágenes alejadas del centro honran a profesiones y pioneros. Así en el kilómetro 10,500 de Bustillo lucen en yeso figuras de los Primeros Pobladores en un espacio parquizado junto al arroyo Gutiérrez. Un poco antes, en el acceso a la Escuela Militar de Montaña, la imagen de un soldado. También frente al cuartel Centro de Bomberos, en la calle Yatasto, la representación de un bombero con un niño en brazos rinde homenaje a los voluntarios y en la plazoleta Sara María Furman, en la rotonda de la calle Brown, otro destacado con la imagen en yeso de una mujer con un niño en brazos.

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