Absolverán a acusados de estafar con autos

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- En dos debates orales consecutivos que realizaron ayer por la mañana los jueces de la Cámara Primera del Crimen, el fiscal Carlos López pidió la absolución de los acusados porque entendió que no estaban tipificados los delitos imputados, de estafa, y que podría tratarse de incumplimientos en los que debería expedirse la Justicia Civil.

A uno le imputaban haber cambiado un auto por otro y no haber entregado el que correspondía dar a cambio. Al otro lo acusaban de haber vendido el auto que compró sin haber terminado de pagarlo. Los dos serán absueltos por falta de tipicidad en sus conductas para constituir delito, y ahora de acusación del fiscal, que recomendó a los damnificados iniciar causas civiles.

En la primera causa estaba imputado Samuel Rivas, de 36 años, a quien el fiscal Eduardo Fernández le atribuía haber ofrecido a Juan Villarroel un Renault 12 a cambio del Citroën Visa modelo 1982 que poseía el damnificado. En la denuncia, Villarroel expuso que le había entregado la documentación de su Citroën a Rivas, y que el procesado nunca cumplió con la entrega del Renault 12.

En el debate, Villarroel dijo que no quería continuar con la causa penal contra Rivas, pero que sí quería obtener una reparación económica. Para el fiscal, que prefirió no analizar la conducta de Rivas, se trata de una relación contractual incumplida, donde no encontró el artificio u otro elemento que configure la estafa. Por eso pidió la absolución de Rivas y entendió que la causa era Civil.

 

Otra causa

 

En la otra causa, le imputaban a Mario Quinteros, de 50 años, que después de recibir un Lada Niva de parte de Sergio Domínguez y los documentos del vehículo, no terminó de pagarle el precio pactado y lo enajenó.

El acusado, que reconoció en parte los hechos atribuidos, se defendió diciendo que había pagado 3.000 pesos sin recibir recibo alguno a cambio, y que acordaron que pagaría el resto «en cómodas cuotas, pero después me empezó a apurar». Agregó que Domínguez le había dado el vehículo para que lo pruebe, pero que lo vendió antes de terminar de pagarlo «porque ese auto era un cáncer». Domínguez, que concurrió al debate vestido de gaucho, expuso que «la venta fue de palabra, pero como me vio de bombacha y de botas creyó que era tonto». El damnificado subrayó el concepto diciendo «soy paisano, pero no tengo pluma».


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