Ajax – Tottenham y un nuevo llamado para otro milagro inglés

Lo imprevisible e inesperado. Lo caprichoso del juego que decide sobre la felicidad o la pena en un puñado de minutos. La dinámica de lo impensado, hoy y siempre, una y mil veces más. Es fútbol y ya.

Sólo la grandeza de los cuatro equipos semifinalistas de la Champions League 2018/19 pudieron entregar este tipo de partidos, donde cualquiera pudo ganar, aunque se sabe: este deporte no sabe de merecimientos. La justicia divina está en la red. Y vaya si así lo fue.
Apenas 24 horas después de que el Liverpool levantara un 0-3 ante el Barcelona, ayer en Amsterdam el Tottenham Hotspur, quien había caído en la ida 1-0, en Londres, remontó una desventaja de dos goles en el Johan Cruyff Arena y terminó venciendo 3-2 al Ajax.

Otro partidazo y una nueva demostración de que en el fútbol nunca está dicha la última palabra, frase sólo reservada para los grandes equipos: hubo siete goles en la serie que se definió en Anfield, el martes, y otros seis se sumaron ayer en Holanda.
Contra todos los pronósticos, el 1° de junio en el estadio Metropolitano de Madrid, habrá final inglesa por segunda vez en la historia de la Champions.

La hazaña del Liverpool, motivó a los Spurs de Mauricio Pochettino, quienes había perdido en casa 1-0. Para colmo de males, el equipo holandés de Nicolás Tagliafico comenzó ganando 2-0 gracias a los goles de Matthijs de Ligt y Hakim Ziyech. Tottenham siguió luchando hasta que apareció el héroe inesperado, Lucas Moura, que hizo olvidar al lesionado Harry Kane, el capitán y emblema del equipo londinense. El brasileño se despachó con tres goles, el último en el minuto 95’, para confirmar que en este juego lo impredecible siempre será parte de él.

“Es imposible explicar la emoción. Son de esas cosas que todo jugador busca”, reconoció Lucas Moura, responsable de que el fútbol inglés viva su segunda final de Champions, once años después de la victoria en penales del Manchester United sobre el Chelsea, en Moscú.