Alertan sobre los peligros del uso de pantallas en menores

Una investigación demostró que cuanto mayor es el tiempo de exposición a las pantallas menor es el rendimiento del desarrollo de esos niños a los 3 y a los 5 años respectivamente.

La exposición de niños a las pantallas puede ser perjudicial para su desarrollo si no se controla de forma adecuada. Desde la SAP, Sociedad Argentina de Pediatría, destacan que hasta los dos años no deben estar expuestos a dispositivos, mientras que entre los 2 y 5 años el máximo aceptable es una hora diaria, en lo posible acompañados por un adulto responsable y con contenidos aptos para su edad.

El impacto es negativo, no solo por lo que ven los niños, sino también por lo que dejan de hacer mientras están conectados: el desarrollo de vínculos afectivos, juegos creativos, lectura, estudio, actividad física, etc. La evolución del cerebro del niño depende de las experiencias que vive por eso, si pierde el juego creativo afecta su fortalecimiento.

Si bien aún se están estudiando los efectos negativos que produce la exposición a pantallas, en conclusiones preliminares se halló que el cerebro interpreta la luz azul que emiten como que ‘es de día’, por eso se producen alteraciones en el sueño. Además, se están empezando a describir problemas visuales más tempranos, contracturas musculares y tendinitis.

En cuanto a los efectos producto de todas las otras actividades saludables que se dejan de hacer, aparecen niveles importantes de sedentarismo, obesidad, depresión, ansiedad, trastornos vinculares y afectación general en el desarrollo cognitivo, emocional y social del niño. Otros de los riesgos que implican es el acceso a contenido inapropiado para la chicos, así como también ser víctimas de ciberacoso.

La Dra. Laura Krynski, especialista de la SAP, explica que usarlas a cualquier edad produce un efecto inmediato de detención del movimiento y desconexión de lo que está pasando alrededor.

En enero de este año, se difundió una investigación publicada en JAMA Pediatrics que evaluó a 2441 madres y niños menores a 5 años de Canadá y concluyó que hay una asociación directa entre el tiempo que se usan y el desarrollo cognitivo de los niños.

“Las cifras son alarmantes, dado que muestra que los niños de 2 años se conectan a dispositivos en promedio de 2 horas y media por día, y a los 3 años, más de 3 horas y media diarias. Entonces, a mayor tiempo de exposición menor es el rendimiento encontrado en las pruebas de evaluación del desarrollo de esos mismos niños al crecer. Si bien estos datos son de Canadá y no contamos con estadísticas locales al respecto, todo indica que en nuestro país la situación sería muy parecida”, aseveró el Dr. Esteban Rowensztein, pediatra, especialista en Desarrollo Infantil y Secretario del Comité Nacional de Pediatría General Ambulatoria de la SAP.

Los expertos recomiendan que en caso de utilizar pantallas, la actividad debería estar asociada a los juegos propios de cada edad. La Dra. Krynski opina que el juego y las actividades al aire libre son irremplazables en cualquier etapa del desarrollo, ya que estimulan las habilidades motrices y la sociabilización con los pares.

Según el del Dr. Rowensztein, los adultos también utilizan en exceso los dispositivos afectando los momentos de encuentro con sus hijos. Además, al representar el modelo que los niños toman, los padres indirectamente avalan y legitiman en ellos el uso excesivo. “En contrapartida, utilizados en forma adecuada, siguiendo las recomendaciones que existen para cada edad, sin excesos y con el acompañamiento y supervisión de un adulto responsable, estos dispositivos pueden ofrecer distintos beneficios” finalizó Rowensztein.


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