Alex Batista se compromete con la música cubana 

VIEDMA (AV). El joven moreno carga siempre una expresión risueña en la cara; por momentos todo él es una sonrisa contenida por el marco de los “dreadlocks” que adornan su cabeza.

En la costanera viedmense Alex Batista charla amablemente, cuenta de sus cosas y no para de decir “compadre” con cada frase.

El músico cubano está contento porque se encuentra trabajando en su segundo disco, inmerso en las tratativas con Warner Music para definir el material de la placa. Está alegre porque ha logrado mantener un control más fuerte sobre esta producción, que será más salsera que la anterior.

Cuenta que está entusiasmado porque esta música está más apegada a lo que lleva en la sangre y en su corazón, y donde podrá mostrar en sus propias canciones todo lo bueno que es como instrumentista, todo lo que sabe sacarle a su saxo.

Mientras estima las posibilidades de pegarse un chapuzón en el río, comenta que el disco saldrá en abril o mayo próximo y que va a contar con la producción del conocido Cachorro López.

“Estamos poniéndonos de acuerdo con la compañía, trabajando en la preproducción. Este material va a ser mucho más latino, destacando más que nada la música cubana en cuanto a su ritmo y su identidad, que es de donde yo vengo. Quiero que se note que es un cubano el que suena”, comenta Alex.

Explica que en su primer placa todo estaba más mezclado con ritmos brasileros, pero siempre haciendo una música “que me haga feliz, porque tampoco es cuestión de hacer cualquier cosa”, y adelantó que en estos shows va a presentar como primicia un cha-cha-cha titulado “Caminando”, pero dice que el resto del material es “top secret”.

Repasando su primer opus discográfico, Batista afirma que le gustan mucho composiciones como “La gitana”, “Malas costumbres” o “Mata ese gallo”, pero que “en general lo rescato íntegro. Es un disco que me sacó a caminar, a encontrarme con la gente. No es perfecto, pero es el comienzo de mi carrera”.

Instrumentista y cantante

“Si bien otros ven esto como un negocio, para mí lo importante es lograr buenas canciones, que se integren buena música y buenas letras. Vender más o menos, ése es otro tema”.

Batista domina el saxo con grandes habilidades musicales, gracias a los muchos años de estudio en su país natal, pero en esta carrera solista ha explotado la veta de cantante. “Yo que soy saxofonista, un loco de Coltrane y Charlie Parker, hoy por hoy digo que me agrada la canción, es una experimentación sonora que me gusta mucho”.

“A veces se chocan estas dos vertientes, porque hay días en que tengo ganas de meter una cantidad de notas y no decir ni una palabra, pero hay otros en que quiero hablar y cantar, en que la inspiración amanece con mucha letra”.

Y explica que estas dos formas de expresarse “en estos momentos van bastante parejas. Estoy haciendo vida de mucho estudio, escuchando bastante música y componiendo”, y asegura que “en el nuevo disco van a estar mucho mejor repartido los roles, y espero poder mostrar quién soy realmente”.

Colaboraciones varias

Además de trabajar mucho en locales porteños como “Gitana” o “Azúcar” – donde hace casi un año está tocando sin parar-, en 1999 estuvo en Madrid grabando en el disco “Toma Ketama”, la última producción del grupo español. En España también entró al estudio con la banda “La Unión”, y recientemente participó de la grabación del clásico de Sui Generis “Bienvenidos al tren”, interpretado por Sandra Mihanovich para la banda sonora de una película argentina.

Antes había trabajado en el disco de Diego Torres, donde aportó todos los coros y firmó dos composiciones: “Lo que el viento se llevó” y “Puede ser”. 

El camino de Cuba a la Argentina

Alex Batista se presentó el jueves en el Balneario El Cóndor y ayer lo hizo en el pub “Tabasco” de Las Grutas, donde repetirá su actuación esta noche y mañana. Con movidas canciones como “Malas costumbres”, “La gitana” y “Todo lo que sube baja”, el moreno cantante continúa transitando las tierras argentinas, ofreciendo shows plenos de ritmo y sones caribeños.

Alex es un gran instrumentista en saxo y flauta traversa, producto de muchos años de estudio en Cuba, donde tocó en numerosas agrupaciones, destacándose su trabajo junto a Pablo Milanés y Afrocuba. En una visita a nuestro país en 1992 vislumbró la posibilidad de realizar una carrera profesional diferente y decidió radicarse en la Argentina.

Batista se relacionó rápidamente en el ambiente musical vernáculo y acompañó y grabó con artistas como David Lebón, Patricia Sosa, Las Blancablus, La Zimbabwe, Alfredo Casero, La Groovísima, Diego Torres y Lito Vitale. Mientras tanto, fue desarrollándose como cantante y compositor y se lanzó como solista cuando se incorporó al staff de la discográfica Warner.

Su álbum debut presentó una mixtura de ritmos caribeños como salsa, merengue o reggae, adornados con toques rap. Según el artista esto fue producto más de la idiosincrasia musical argentina, que de una elección estética, ya que “la música cubana tiene códigos que sólo nosotros conocemos, y a la hora de encarar mi primer disco tenía en claro que tenía que ser lo más comunicativo posible con la gente”.