Una renuncia teñida por la puja del gas

La salida de Javier Iguacel de la secretaría de Energía de la Nación se da en medio de dos conflictos vinculados con el gas. Uno afecta a las petroleras, en especial a la de Paolo Rocca. El otro a los usuarios domiciliarios que podrían afrontar una suba de hasta el 35%.

Apenas seis meses duró la gestión de Javier Iguacel al frente de la cartera energética de la Nación. Pese a los rimbombantes anuncios sobre el potencial y el desarrollo de Vaca Muerta, dos frentes de conflicto abiertos en torno al gas natural terminaron signando su salida del gobierno de Mauricio Macri.

La imposición de achicar subsidios fijada por el Fondo Monetario Internacional (FMI) llevó al ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, a decidir un fuerte recorte en el nuevo Plan Gas que fijó la Resolución 46. La modificación del programa que permitió que este año la producción de gas se multiplique, no sólo indignó a las petroleras que aún aguardaban ingresar al plan, sino en especial a Tecpetrol, la firma de Paolo Rocca, que fue la que capturó casi el 80% del subsidio y que con su desarrollo en Fortín de Piedra permitió el salto en la producción de shale gas.

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Algunos dicen que desde la firma se pidió una cabeza por el recorte que perjudicaría fuertemente el esquema económico del yacimiento, otros advierten que la pelea puertas adentro del ministerio llevó a que el cruce entre Iguacel y Dujovne llegara a los gritos. Lo cierto es que en la industria dan por hecho que de aplicarse los achiques anunciados habrá menos inversiones en Vaca Muerta, se producirá menos gas y podrían incluso contraerse los puestos laborales.

El segundo punto de quiebre en que el que gas estuvo presente, fueron las versiones que ayer salieron de la misma secretaría de Energía de la Nación en torno a que a partir de abril del año entrante, las tarifas del gas domiciliario del país tendrán otra suba del 35%. A diferencia de otros anuncios realizados por Iguacel en los que primó la mala comunicación, como fue el caso del frustrado cargo en cuotas a los usuarios del desfase de las distribuidoras, el anuncio realizado ayer terminó pareciendo más una filtración mal intencionada que preparó el camino de la renuncia.

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Como un eje extra en la discordia,un fuerte contrapunto entre Iguacel y Dujovne se produjo días atrás a raíz de los volúmenes de gas que se importan de Bolivia. Desde la cartera de Iguacel se llegó a importar un 70% menos que lo que fija el contrato y llevó a que desde el vecino país se resolviera ejecutar un aval de Nación.

En junio pasado el entonces ministro de Energía Juan José Aranguren recibió estando en Bariloche por el B20 un llamado telefónico en el que informaron que se requería su renuncia. El encargado de la llamada fue justamente Gustavo Lopetegui, quien ahora asumiría en reemplazo de Iguacel.


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