Ariel Winograd estrena una comedia “simpsoniana”
El director apuesta una vez más al humor en “Mamá se fue de viaje”. Antes del estreno en los cines de la región, habló con “Río Negro” sobre el filme en el que vuelve a trabajar con Diego Peretti.
Mañana se estrena la comedia “Mamá se fue de viaje”, protagonizada por Diego Peretti, Carla Peterson, Muriel Santa Ana, Martín Piroyansky, Guillermo Arengo, Pilar Gamboa, Maruja Bustamante y Mario Alarcón. Tuvimos la oportunidad de hablar en exclusiva con su director, Ariel Winograd, quien habló sobre cómo fue el rodaje, la difícil tarea de filmar con chicos y la experiencia de tener a su hijo Lorenzo enfrente de las cámaras.
P- Seguís demostrando con esta película que sos uno de los mejores directores de comedias en la Argentina.
R- Yo no hago nada para demostrar algo. Se están dando las cosas de una manera natural en la cual soy un director que me encanta hacer comedia, me llegan guiones de ese género y pienso comedia. Entonces, naturalmente, pasó que se dio de esta manera este tándem “Sin hijos” (2015) – “Permitidos” (2016) – “Mamá se fue de viaje” (2017) que se escalonó de una manera que extraña. Porque, obviamente, es medio una excepción tener la posibilidad de filmar una película por año. Y también de poder estrenar de manera comercial, de que esté armada de una manera que pueda generar un circuito masivo. Pero no es una cuestión mía la de tener que demostrar algo, todo lo contrario. Diría que me gusta mucho filmar y se dio que aparecieron estas historias que me dieron ganas de contar.
P- No te sentís presionado por eso…
R- No me siento presionado porque no pienso. No voy a mentir que en esta película en particular recién ahora me cayó como cierta ficha emocional a lo padre tipo: “Mi hijo está actuando”. Pero nunca tuve ese nivel de conciencia en ningún momento en todo el proceso de la realización. Lo tomé con mucha naturalidad. Trato de hacer y no de pensar porque creo que me paralizaría.
P- Debutaste en el cine con “Cara de queso -Mi primer gueto-” (2006), en donde además de dirigir fuiste el guionista. ¿Pensás volver a hacer algo que escribas vos?
R- Después de hacer esa película pasamos al proceso de hacer “Mi primera boda” (2011), en donde yo escribí un guión. Pero después llamamos a un guionista para que lo reescriba. Yo entendí mis limitaciones: una cosa es ser guionista y otra muy distinta es ser director. Eso no quita que uno como realizador haga un retrabajo del guión a partir del trabajo que hizo el guionista, que está muy ligado a lo que es la estructura, la narrativa, los personajes. No es que a mí me dan el guión y lo sigo al pie de la letra; cuando me toca uno que me gusta mucho o siento que es muy bueno -como siento que son los que filmo-, automáticamente cuando paso a dirigir también estoy escribiendo la película. Seguramente, si tuviera la posibilidad de volver a filmar “Cara de queso”, me gustaría tener algún guionista que me asesore o que pueda trabajar el guión para estructurarlo o mejorarlo. Mi trabajo como director es narrar ese trabajo, y nunca desmereciendo el trabajo del guionista que es enorme. Tengo ideas para guiones, pero de ahí a escribirlo con todo lo que implica es un laburo demasiado grande. Siento que se me ocurren muchas ideas a partir de un guión trabajado por otro. No tengo es problema de tener que hacer un filme que diga “Escrito y dirigido por Ariel Winograd”.
P- Si uno pusiera los filmes que hiciste en este orden: “Cara de queso”, “Permitidos”, “Mi primera boda”, “Mamá se fue de viaje” y “Sin hijos”, estaríamos contando la historia y evolución de un personaje. ¿Te diste cuenta de eso?
R- No, de eso no, pero sí de que, últimamente, hay algo ligado a las cuestiones de la vida. Me pasó que cuando leí este guión me dijeron que era como un capítulo de “Los Simpson”. Al que le pasó esto (que no puedo y no voy a decir quién es, ya que es una historia real), esa persona nunca vio “Los Simpson”. La frase sería “Los Simpson’ predijeron ‘Mamá se fue de viaje”. Cuando recibí el guión me volví loco porque era el más simpsoniano que recibí en mi vida. Hay un gran homenaje hacia ellos desde la narrativa, la puesta de cámara, la construcción de los personajes, que fue pensado así. Volviendo a la pregunta, son temas que nos pasan a todos. A mí me encanta hacer películas en donde uno se pueda identificar con los personajes. La próxima tendría que ser el tipo haciéndose abuelo.
P- Siempre se dice que trabajar con animales y con chicos es lo más difícil en una película. Acá trabajaste con cuatro, y uno de ellos, Lorenzo, es tu hijo. Es impecable el laburo que hacen.
R- Y hay un perro también (risas). En el guión original, el personaje de Lolo, mi hijo, era el de una nena que se llamaba Luna, que estaba a upa todo el tiempo. Empezamos hacer castings de nenas de dos años y no encontrábamos a nadie. A partir de eso, María Laura Berch, que es una coach de niños actores, me sugirió que sea Lorenzo, al que lo había visto un par de veces. Primero me negué, pero después pensé que para filmar esta película se necesitaba un nivel de familiaridad y de confianza que, si no era mi hijo, no sé con quién hubiera podido hacerlo. Fue un desafío muy grande que, en un punto, me copa mucho porque no se nota lo que fue filmar cada escena. Generar naturalidad cuando tenés cuatro chicos, que querés que hagan cosas, que pasen cosas, y sabiendo que no podés filmar muchas horas con ellos, fue un trabajo enorme. Filmamos de tal manera que las escenas no se cortaban por 20 minutos y se volvían a repetir todo el tiempo hasta que encontrábamos la que nos gustaba. El nivel de paciencia de Diego Peretti en esta película no se lo vi a ningún ser humano en la vida. Se tuvo que correr del lugar de actor y tener mucha resistencia y paciencia. Otro no lo hace. El laburo de Peretti, que parece fácil, fue muy groso.
P- Volviste a trabajar con Peretti, y sumaste a Carla Peterson. ¿Cómo fue trabajar con ellos?
R- Diego tiene una presencia única. Como actor tiene esta capacidad que muy pocos colegas suyos tienen que es hacer reír y también de emocionarte. Cuando tenés a un tipo que puede manejar la emocionalidad tan fuerte, tenés una herramienta muy poderosa a tu disposición. Tiene 200 expresiones de las cuales están todas bien. Tiene mucha conciencia de lo que les pasa a los personajes. Y con Carla fue una situación particular porque vino sólo para el rodaje. Nuestras charlas, ensayos y acercamientos a los personajes fueron por Skype. Nos fuimos encontrando más durante la filmación que lo que fue en la previa del trabajo. Eso también estuvo bueno porque los primeros minutos es el disparador para lo que hace la madre y ella tenía que estar medio agotada. Se generó algo que le vino bien a la película. Ella es una gran comediante, y fue una experiencia divina trabajar con Carla.
P- ¿Qué es lo que viene en tu futuro?
R- Estamos desarrollando un guión para una película que queremos hacer con Lali Espósito, que va a llevar un tiempo porque lo estamos buscando y trabajando mucho. También comenzamos a desarrollar otra película con mi hijo Lorenzo. Ambas, por supuesto, son comedias.
Ficha técnica
Título original: “Mamá se fue de viaje”
Año: 2017
País: Argentina
Director: Ariel Winograd
Guión: Ariel Winograd
Fotografía: Félix Monti
Reparto: Diego Peretti, Martín Piroyanksy, Carla Peterson, Muriel Santa Ana, Guillermo Arengo, Mario Alarcón, Maruja Bustamante, Pilar Gamboa
Productora: Patagonik
Género: Comedia
Papá a cargo
(en medio del caos)
El filme de Ariel Winograd se enfoca en Víctor (Diego Peretti) y Vera Garbo (Carla Peterson), quienes llevan 20 años de casados y tuvieron cuatro hijos: Bruno (14), Lara (12), Tato (8) y Lolo (2). Absorbido por su trabajo, Víctor vive ajeno a la cotidianeidad de su mujer y de los chicos, y la verdad es que tiene poca idea de lo que les sucede a ellos. Vera, agobiada por la vida doméstica, y sin que Víctor aporte algo de ayuda, decide tomarse unas vacaciones de su familia y se va de viaje durante diez días. Es así que Víctor se ve obligado a pedir licencia en su trabajo y ponerse al mando de la casa.
Casi de inmediato, el caos se desata en cadena y se expande como una plaga. Pero de a poco, padre e hijos, tomarán el viaje de Vera como una oportunidad de conocerse más a fondo y disfrutar de la hermosa y caótica familia que forman.
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