Así es la vuelta a los entrenamientos de boxeo en Neuquén

La actividad pugilística es una de las que recibió la habilitación provincial. La vuelta fue distinta con un protocolo adaptado a las normas de higiene y distanciamiento. Bruno Godoy habló con Río Negro y contó cómo es la experiencia en su gimnasio de Centenario.

De a poco, en Neuquén se fueron habilitando las prácticas de distintos deportes individuales y uno de los últimos en incorporarse es el boxeo.

Con las respectivas medidas de higiene y distanciamiento, los gimnasios retomaron las prácticas de miércoles a domingo. 

Uno de los más concurridos es el de Bruno Godoy en Centenario. La Bestia entrenaba a unos 50 atletas antes de la pandemia y ahora regresó con 20, debido a las a limitaciones físicas y horarias.

“Es diferente a lo que estábamos acostumbrados, no se puede trabajar en grupos grandes, se hace en grupos reducidos de 5 o 6 por turno. Antes éramos 15 a la vez”, aseguró el excampeón.

“Tomamos todos los cuidados de higiene, siempre los tuvimos pero hoy se intensifican. Cada cual usa sus cosas, no se comparte nada”, agregó.

La Bestia lleva 30 años como entrenador de boxeo en Centenario. (Foto: Yamil Regules)

Una de las complicaciones a la hora de las prácticas es el uso obligatorio de tapabocas. “Es muy difícil entrenar con barbijo, en el boxeo se necesita oxígeno, se ahogan con su respiración, ese es un problema, el entrenamiento debe ser leve para que lo puedan bancar”, explicó Godoy.

La práctica debió ser adaptada a estos tiempos. El famoso “guanteo” frente a frente deberá esperar. Los saltos en la soga y los golpes a la bolsa predominan más que nunca.

Los casi cuatro meses de inactividad impactaron fuertemente en el estado físico de los deportistas por lo que el regreso es liviano y aún sin muchas exigencias.

“Fueron meses muy difíciles para los chicos de alto rendimiento, inevitablemente han subido de peso. La vuelta es muy tranquila, hay que esperar unos 20 días para que vayan retomando el estado. Algunos tienen su bolsa o mini gimnasio en la casa, pero con entrenador es otra cosa, es necesario el seguimiento personalizado, que te exige más. Por ahora están entrenando a un 30%”, comentó la Bestia.

El tiempo que pasó con el gimnasio cerrado no solo dificulta al estado de los atletas, sino también al mantenimiento económico. Mientras no había ingresos los gastos seguían corriendo.

“Nos perjudica tener pocos alumnos pero es importante empezar a trabajar. Se acumularon deudas, un mes, mes y medio se puede soportar, después a todos les cuesta mucho, como le pasa a los pequeños comerciantes”, señaló Bruno.

De todas maneras, reconoció: “Nadie se lo esperaba, hay que tener paciencia, estoy de acuerdo con las medidas. Pero era importante, con precaución, poder volver a trabajar”.

Otro aspecto importante es el anímico. La falta de entrenamientos y del día a día en el gimnasio se sintieron mucho.

“Los chicos tenían muchas ganas de volver. La mayoría empezó de chico, a los 7 u 8 años. El boxeo es nuestra vida, nunca habían pasado tanto tiempo sin practicarlo”, contó Godoy.

En un contexto muy distinto y extraño, el boxeo ya retomó el lento camino hacia la normalidad. La vuelta a los gimnasios supone una mejora física, anímica y económica. El regreso de los combates deberá esperar, pero el primer round ya fue superado.


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