Por qué no bajará el precio de los vehículos 0 km pese a los cambios en el impuesto al lujo

El corrimiento de la base imponible del denominado impuesto al lujo no tendría gran influencia en los valores de venta que hoy maneja el mercado. Las razones que explicarían esta situación.

La medida que dispuso hoy el gobierno nacional a través del decreto 84/2024 publicado en el Boletín Oficial de subir el piso mínimo para gravar con un impuesto interno la venta de vehículos y motos 0 km en Argentina podría destrabar en el corto plazo un mercado cuyas ventas prácticamente se paralizaron durante el primer mes del año.

La expectativa era que a partir de esta medida varios modelos reacomodarían sus precios a la baja, pero la realidad indica que es probable que ello no ocurra. Incluso esa expectativa de valores en baja terminó afectando las ventas de enero que cerrarían con una caída de casi 40% respecto de enero 2023.

Hay que recordar que este impuesto interno nació en su momento para gravar a modelos de alta gama que se vendían en el mercado argentino, pero su dinámica de actualización con una inflación galopante y la devaluación de diciembre 2023 terminó afectando a modelos populares muy vendidos como el Fiat Cronos y el Peugeot 208, por mencionar algunos.

Qué variables influyen para subir o bajar los precios de los 0 km



Ahora bien, ¿por qué es muy factible que los vehículos cero kilómetro no bajen de precio? En primer lugar porque muchos de ellos tenían sus valores topeados para no ser alcanzados por el impuesto. Es decir, los concesionarios resignaban ganancias para que sus modelos más populares no entrarán en el ranking de modelos afectados por ese plus de valor que significaba el pago del tributo.

Ahora que la base del impuesto se movió hacia arriba es probable que estos modelos puedan reacomodar sus valores de venta a un entorno más «real», en síntesis deberían aumentar su precio al público.

Otro tema es que los concesionarios han dicho en reiteradas oportunidades que los valores de venta de los cero kilómetro no habían subido tanto como para equiparar la inflación de los últimos meses. Hoy con la suba del mínimo imponible queda un margen como para intentar equiparar este desfasaje que hay entre lo que subió el precio de venta de los vehículos versus la inflación, y la única manera de hacerlo es aumentando los valores de los cero kilómetro.

Por último, hay otra cuestión no menos importante. Los concesionarios tienen un paquete de gastos fijos mensuales que tienen que cubrir a partir de la ganancia que otorga el negocio de venta de vehículos. Esos costos fijos (salarios, energía, mantenimiento de infraestructura, etc.) subieron o van a subir todos a partir de la inflación de diciembre (+25,5%) y la de enero 2024 (que rondaría el mismo número según las estimaciones), por lo cual una de las alternativas para cubrir esos incrementos es lograr mejores márgenes en la comercialización de unidades. ¿Cómo se logra? Aumentando los valores de los vehículos, o en el mejor de los casos dejándolos como están hoy.

Por lo expuesto, es altamente probable que los precios de los vehículos nuevos no bajen, y es muy factible que sufran algún reacomodamiento hacia arriba en modelos puntuales.


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