Un ícono francés, el Citroën 2CV cumplió 70 años

A lo largo de 42 años de producción, de 1948 a 1990, salieron de fábrica más de cinco millones de unidades. El modelo representó un estilo de vida, y a su vez permitió acceder al primer automóvil a amplias franjas de la población en sectores no tan acomodados.

En Italia fue el Fiat 500. En Alemania, el «Escarabajo» de Volkswagen. Para los franceses fue el Citroën 2CV el modelo que permitió a amplias franjas de la población acceder al automóvil. Su popularidad, superior incluso a la del Renault 4, no se debió sólo al precio bajo y la producción masiva, ni tampoco a su técnica sencilla pero robusta. Representó más que ningún otro modelo un estilo de vida.

El legendario 2CV celebra su 70 aniversario. Y sigue siendo popular, a casi tres décadas de que cesara su producción. Si uno se sumerge en sus asientos de estructura tubular, se deja hamacar por la amortiguación y disfruta del viento que ingresa al replegar el techo de tela, es imposible no sentir el aire de cigarrillos Gauloises sin filtro, el aroma de un vino Bordeaux o la textura crocante de una baguette.

A lo largo de 42 años de producción, de 1948 a 1990, salieron de fábrica más de cinco millones de unidades del 2CV. Quien se suba a una de ellas en estos tiempos de cierre centralizado, dirección asistida y climatización automática puede encontrarse con algunas dificultades. Ya las manijas libremente giratorias de las excesivamente pequeñas puertas del 2CV requieren de cierta rutina de conocedor.

Su carrocería latosa que no parecía ofrecer mucha estabilidad, los asientos amortiguados con elásticos anulares de goma, los ganchos para ajustar las ventanillas, que simplemente se plegaban por el medio hacia arriba para dejar entrar el aire y poder sacar el codo, todo formaba parte de la singular identidad del 2CV.

Al no haber mucho instrumental a la vista, más allá del velocímetro, no era difícil de encontrar dónde insertar la llave de arranque. Un pequeño giro hacía arrancar el motor bóxer de dos cilindros, de 0,6 litros. Inútil buscar la palanca de cambio entre los dos asientos, que estaban tan juntos que hacían inevitable el contacto corporal entre el conductor y su acompañante. Las caja de cuatro velocidades se controlaba mediante la palanca horizontal que emergía del tablero. Al ingresar a primera, arrancaba… lentamente.

Con sus 9 CV iniciales, luego sucesivamente incrementados a 12, 16 y finalmente 28, no había forma de acelerar con apuro.

Aun con la modesta velocidad máxima de 116 km/h que alcanzaron los últimos modelos, con una aceleración muy poco acelerada, se sentía a bordo algo cercano al vértigo. La suspensión separada de cada rueda y la blanda amortiguación llevaba a que el Citroën de apenas media tonelada se inclinara en cada curva como si hubiese tomado dos botellas de vino Bordeaux. Sin embargo puso en evidencia una gran estabilidad.

El 2CV comenzó siendo un auto sencillo para gente sencilla. Los desarrolladores se habían fijado como objetivo un vehículo capaz de transportar cuatro personas, una bolsa de papas y una canasta de huevos.

Los primeros prototipos se construyeron en 1936. La Segunda Guerra Mundial retrasó sin embargo el desarrollo.

El modelo 2CV fue presentado en el Salón del Automóvil de París de 1948. Según la misma empresa, exhibía todas las cualidades que faltaban en los demás modelos de la época: sencillez, liviandad, agilidad, confort y versatilidad.

El jefe de proyecto André Lefèbvre interpretó con acierto las necesidades del espíritu de época. Tecnologías inteligentes, tracción delantera, suspensión suave, un motor de dos cilindros de refrigeración por aire, todo esto convirtió al 2CV en un best seller y a la vez objeto de culto.

El éxito estuvo garantizado desde el lanzamiento. Fue un símbolo de protesta del ciudadano común contra el establishment. Al suspenderse la producción en 1990, después de 42 años, se habían vendido 5,1 millones de unidades. Actualmente es uno de los usados con mayor valor en relación a su precio original.

Es que sigue siendo lo que fue: un vehículo accesible y confiable. En Europa se puede conseguir un 2CV en buen estado técnico a menos de 10.000 euros, si se pide buen aspecto exterior puede llegar a entre 12.000 y 16.000 euros. Claro que existen también las versiones menos frecuentes que pueden cotizar hasta precios de seis cifras en euros. Los repuestos, en tanto, existen en cantidad y son mucho más baratos que los de un Citroën actual.

Datos

El objetivo de los desarrolladores fue crear un auto capaz de llevar cuatro personas, una bolsa de papas y una canasta de huevos.

El modelo 2CV fue presentado en el Salón del Automóvil de París de 1948. Según la misma empresa, exhibía todas las cualidades que faltaban en los demás modelos de la época: sencillez, liviandad, agilidad, confort y versatilidad.

Datos

millones de unidades del 2CV se vendieron en todo el mundo a lo largo de 42 años de producción.
5,1
euros es el valor de venta que tiene hoy un 2CV en Europa. Los hay de hasta 16.000 euros.
10.000
El objetivo de los desarrolladores fue crear un auto capaz de llevar cuatro personas, una bolsa de papas y una canasta de huevos.
El modelo 2CV fue presentado en el Salón del Automóvil de París de 1948. Según la misma empresa, exhibía todas las cualidades que faltaban en los demás modelos de la época: sencillez, liviandad, agilidad, confort y versatilidad.

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