Bianchi dijo basta

Sorprendió con un comunicado aduciendo que se va de Boca por el “bien del club”, pero no explicó los motivos.

Ninguna derrota fue tan dura como la que ayer vivieron los hinchas de Boca. Con breve comunicado de prensa, Carlos Bianchi sorprendió a todos con un “me voy” y la familia boquense, acostumbrada a ganar todo, se quedó sin nada. O casi nada. Porque se fue el padre de la criatura, el principal responsable de los mejores logros en la historia del club. A las 17 de ayer, “Río Negro” se comunicó con Iván Pavlovsky, vocero de Mauricio Macri, quien le confirmó la renuncia. Bianchi se reunió con los dirigentes y allí les comunicó que renunciaba, pese a que su contrato con el club lo ligaba hasta el 31 de diciembre de 2005. Inmediatamente, conociendo el manejo de la prensa argentina y para evitar contactos con los medios, envió su comunicado a la agencia de noticias Télam: “Me voy de Boca porque creo que es la decisión más acertada para el bien del club. Agradezco a toda la parcialidad por el apoyo incondicional que aún hoy sigo recibiendo y el afecto que me brinda”, fue la escueta despedida del entrenador a través del comunicado. Además, agradeció también “a los dirigentes, porque siempre pude trabajar con total tranquilidad y sin ninguna clase de problemas en este año y medio. Muchas gracias a toda la familia boquense y felicidades”. Bianchi eligió a la agencia oficial de noticias para dar a conocer su dimisión y, tal cual es su estilo, sólo se limitó a manifestar su agradecimiento. El final de la segunda etapa del exitoso entrenador en el club se produjo tres días después de la derrota de su equipo por penales en la final de la Copa Libertadores, a manos de Once Caldas. Si bien ya dejó entrever frente a la prensa en Manizales, minutos después del desquite copero, que podía abandonar la institución, la determinación sacudió el ambiente xeneize y sorprendió a todo el medio futbolístico argentino. “Tenemos el lógico gusto amargo de no haber ganado y los que practican deportes saben perfectamente que no se puede ganar siempre. El técnico de Los Angeles Lakers (equipo de básquetbol de la NBA), Phil Jackson, perdió la primera final y parece que tiene ganas de dejar”, dijo Bianchi, quien interrumpió abruptamente su diálogo con la prensa cuando le sugirieron si él pensaba “irse” de Boca. “Yo estoy hablando de Jackson, chau, felicidades…”, se despidió entonces Bianchi, con lo que acrecentó las dudas acerca de su continuidad. Bianchi manifestó su renuncia en primer término a Macri y luego la hizo pública con su propio sello, ofreciendo la primicia de la información sin buscar estridencias mediáticas. Consultado por Télam acerca del motivo de su alejamiento, el entrenador se negó a ahondar en detalles. Pero el titular del Departamento de Fútbol Profesional boquense, José Beraldi, admitió que el entrenador lo “llamó” y le dijo que “había hablado con Télam para hacer pública la renuncia”, como una forma “de que no se produzca un estado deliberativo” por la decisión. “Me quedé helado porque con él tenemos una buena relación y teníamos programada la gira por el exterior (Estados Unidos, Japón e Inglaterra, como parte de la pretemporada 2004/05). Me dijo que eso obedecía a razones personales y que ya se lo había comunicado a Macri”, expresó Beraldi. Asimismo, allegados al club comentaron a este medio que el entrenador estaba pasando por un momento de tensión desde hace un par de meses, cuando el equipo comenzó a tener seguridad privada. Inclusive, hasta se habló de alguna amenaza que habría recibido sobre un posible secuestro de su hija. La relación del entrenador con los dirigentes tampoco gozaba de buena salud. La comentada gira que está por emprender el plantel en los próximos días, más las ventas que se hicieron y los refuerzos que llegarán no cayeron bien en el técnico. Es evidente que la determinación que tomó Bianchi fue muy meditada, puesto que se trata de un profesional que cumplió, de su parte, siempre con su contrato. Bianchi se va de Boca por segunda vez, pero es la primera ocasión en la que lo hace antes de que concluya su vínculo. El entrenador se desvinculó del club en diciembre de 2001, curiosamente después de haber perdido otro certamen internacional, en aquel entonces la Copa Europeo-Sudamericana frente a Bayern Munich, de Alemania. Ahora la dirigencia ‘auriazul’ tendrá la dificilísima misión de reemplazar a un técnico que obtuvo nueve títulos en dos ciclos y deberá elegir al sucesor con mayor tino que en 2002, cuando escogió al uruguayo Oscar Tabárez, quien abandonó la entidad en el primer año de trabajo y sin lograr campeonatos. Por su parte Bianchi se apresta a viajar a Perú, donde cubrirá periodísticamente las instancias de la Copa América para el canal mexicano ‘Televisa’. Aprovechando la ocasión, inmediatamente aparecieron las críticas hacia la actual dirigencia. En tanto sentido, el ex vicepresidente del club, Roberto Digón, acusó a Macri, y a su vice, Pedro Pompilio, por esta renuncia. “Macri y Pompilio se preocupan más por la venta de jugadores que por el club, algo que cansó a Bianchi y por eso renunció”, dijo. “Una vez más, este es un episodio vergonzoso originado por Macri y Pompilio. Por eso Bianchi, entre la plata, la fama y la dignidad, eligió esto último”. (Télam/AR)

Los posibles

Apenas se conoció la noticia, la dirigencia de Boca comenzó a buscar el reemplazante de Bianchi. Será una misión por demás delicada porque el sucesor deberá asumir en un equipo exitoso, acostumbrado a los éxitos, pero ahora desmenuzado por las recientes bajas y, seguramente, también golpeado por la noticia. La misión de Macri y compañía será, entonces, no repetir lo del 2002 cuando el elegido fue Oscar Tabárez, quien se fue al cabo de una temporada sin pena ni gloria. Héctor Cúper como primera opción y Daniel Passarella como alternativa son las principales variantes que manejarán hoy los directivos en la reunión de comisión directiva “de urgencia”. Según confió un alto directivo, “primero se irá por Cúper, aunque sabemos que su situación con el Inter podría ser una traba. Si se frustra esa opción, intentaremos con Passarella, porque está desocupado y ya estuvo cerca en otra oportunidad”. Tampoco habrá que olvidarse de Miguel Brindisi, una fija en cada búsqueda de entrenador de Boca.


Ninguna derrota fue tan dura como la que ayer vivieron los hinchas de Boca. Con breve comunicado de prensa, Carlos Bianchi sorprendió a todos con un “me voy” y la familia boquense, acostumbrada a ganar todo, se quedó sin nada. O casi nada. Porque se fue el padre de la criatura, el principal responsable de los mejores logros en la historia del club. A las 17 de ayer, “Río Negro” se comunicó con Iván Pavlovsky, vocero de Mauricio Macri, quien le confirmó la renuncia. Bianchi se reunió con los dirigentes y allí les comunicó que renunciaba, pese a que su contrato con el club lo ligaba hasta el 31 de diciembre de 2005. Inmediatamente, conociendo el manejo de la prensa argentina y para evitar contactos con los medios, envió su comunicado a la agencia de noticias Télam: “Me voy de Boca porque creo que es la decisión más acertada para el bien del club. Agradezco a toda la parcialidad por el apoyo incondicional que aún hoy sigo recibiendo y el afecto que me brinda”, fue la escueta despedida del entrenador a través del comunicado. Además, agradeció también “a los dirigentes, porque siempre pude trabajar con total tranquilidad y sin ninguna clase de problemas en este año y medio. Muchas gracias a toda la familia boquense y felicidades”. Bianchi eligió a la agencia oficial de noticias para dar a conocer su dimisión y, tal cual es su estilo, sólo se limitó a manifestar su agradecimiento. El final de la segunda etapa del exitoso entrenador en el club se produjo tres días después de la derrota de su equipo por penales en la final de la Copa Libertadores, a manos de Once Caldas. Si bien ya dejó entrever frente a la prensa en Manizales, minutos después del desquite copero, que podía abandonar la institución, la determinación sacudió el ambiente xeneize y sorprendió a todo el medio futbolístico argentino. “Tenemos el lógico gusto amargo de no haber ganado y los que practican deportes saben perfectamente que no se puede ganar siempre. El técnico de Los Angeles Lakers (equipo de básquetbol de la NBA), Phil Jackson, perdió la primera final y parece que tiene ganas de dejar”, dijo Bianchi, quien interrumpió abruptamente su diálogo con la prensa cuando le sugirieron si él pensaba “irse” de Boca. “Yo estoy hablando de Jackson, chau, felicidades...”, se despidió entonces Bianchi, con lo que acrecentó las dudas acerca de su continuidad. Bianchi manifestó su renuncia en primer término a Macri y luego la hizo pública con su propio sello, ofreciendo la primicia de la información sin buscar estridencias mediáticas. Consultado por Télam acerca del motivo de su alejamiento, el entrenador se negó a ahondar en detalles. Pero el titular del Departamento de Fútbol Profesional boquense, José Beraldi, admitió que el entrenador lo “llamó” y le dijo que “había hablado con Télam para hacer pública la renuncia”, como una forma “de que no se produzca un estado deliberativo” por la decisión. “Me quedé helado porque con él tenemos una buena relación y teníamos programada la gira por el exterior (Estados Unidos, Japón e Inglaterra, como parte de la pretemporada 2004/05). Me dijo que eso obedecía a razones personales y que ya se lo había comunicado a Macri”, expresó Beraldi. Asimismo, allegados al club comentaron a este medio que el entrenador estaba pasando por un momento de tensión desde hace un par de meses, cuando el equipo comenzó a tener seguridad privada. Inclusive, hasta se habló de alguna amenaza que habría recibido sobre un posible secuestro de su hija. La relación del entrenador con los dirigentes tampoco gozaba de buena salud. La comentada gira que está por emprender el plantel en los próximos días, más las ventas que se hicieron y los refuerzos que llegarán no cayeron bien en el técnico. Es evidente que la determinación que tomó Bianchi fue muy meditada, puesto que se trata de un profesional que cumplió, de su parte, siempre con su contrato. Bianchi se va de Boca por segunda vez, pero es la primera ocasión en la que lo hace antes de que concluya su vínculo. El entrenador se desvinculó del club en diciembre de 2001, curiosamente después de haber perdido otro certamen internacional, en aquel entonces la Copa Europeo-Sudamericana frente a Bayern Munich, de Alemania. Ahora la dirigencia ‘auriazul’ tendrá la dificilísima misión de reemplazar a un técnico que obtuvo nueve títulos en dos ciclos y deberá elegir al sucesor con mayor tino que en 2002, cuando escogió al uruguayo Oscar Tabárez, quien abandonó la entidad en el primer año de trabajo y sin lograr campeonatos. Por su parte Bianchi se apresta a viajar a Perú, donde cubrirá periodísticamente las instancias de la Copa América para el canal mexicano ‘Televisa’. Aprovechando la ocasión, inmediatamente aparecieron las críticas hacia la actual dirigencia. En tanto sentido, el ex vicepresidente del club, Roberto Digón, acusó a Macri, y a su vice, Pedro Pompilio, por esta renuncia. “Macri y Pompilio se preocupan más por la venta de jugadores que por el club, algo que cansó a Bianchi y por eso renunció”, dijo. “Una vez más, este es un episodio vergonzoso originado por Macri y Pompilio. Por eso Bianchi, entre la plata, la fama y la dignidad, eligió esto último”. (Télam/AR)

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