Fin del choripán: ganó Milei
Javier Genoud DNI 17.506.130
GENERAL ROCA
Y un día, la billetera no alcanzó para comprar aplausos. El peronismo, que juraba tener la receta mágica para “el pueblo feliz”, terminó sirviendo el mismo guiso recalentado de siempre: inflación, miseria y discurso épico para disimular el saqueo. Pero esta vez, la gente dijo basta. Entró Milei con sus gritos, su motosierra y sus perros clonados, y de golpe todo lo que parecía imposible pasó: el castillo de papel del peronismo se vino abajo. Los de siempre siguen hablando de “derechos”, pero olvidaron el detalle de que no hay derecho más básico que poder llegar a fin de mes.
Los barones de Río Negro y Neuquén no lo vieron venir: estaban demasiado ocupados repartiendo cargos, sellos y promesas. Los sindicatos, que hace rato se parecen más a empresas familiares que a defensores de trabajadores, se quedaron sin obreros que los sigan.
Y los jóvenes, esos que nacieron escuchando que “con el Estado alcanza”, votaron por primera vez pensando que quizás no. Se acabó la fiesta con plata ajena. Y aunque el futuro sea incierto, al menos ya no lo maneja el mismo DJ que rompió todos los parlantes.
El cambio no vino con globos ni con bombos, sino con una motosierra. Porque al final, el verdadero milagro no fue Milei. El milagro fué que el ignorante ya no fué boludo.
Y ahora empieza otra etapa: la de limpiar la política de privilegios, acomodos y excusas. Esa en la que por fin el poder tiene que rendir cuentas, y los ciudadanos vuelven a creer que el cambio no solo es posible, sino imparable. A cambiar mi ciudad, mi provincia y nuestra Patria.-
Javier Genoud DNI 17.506.130
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