Los medicamentos, por las nubes

Ing. Jorge Alfredo Guido DNI 4.548.075

CIPOLLETTI

Hace pocos días fui a la farmacia para comprar aspirinas. Pregunté el precio y la única marca que se comercializa (curiosamente) en la Argentina, resulta 5 veces mayor de lo que vale en el sitio Amazon (solo para EE. UU.) por ejemplo. Como hay que tomar las cosas con calma o resignación le pregunte al empleado “¿Vienen enchapadas en oro?”.

Escuché a continuación, al lado mío a una cliente, que le comentaba al otro empleado que los medicamentos estaban muy caros. Como la voz me pareció conocida mire hacia el costado y era efectivamente conocida y comenté: es una “barbaridad”. Fui hasta la caja para abonar la compra y caí de cuenta de que esa clienta era una exconcejal, legisladora, diputada, ministra y otros (digamos Marta porque importa el pecado y no el pecador) quien ocupó varios cargos. Arrancó con el Partido Radical y después fue bailando boleros por varios partidos y frentes.

Nuevamente comprendí que la clase política no parece comprender que la crisis que estamos viviendo es culpa de esa casta. No cayó la bomba atómica, ni guerra, ni fuimos invadidos por extraterrestre fue merced de la “casta”. Interpreto que la casta política considera que el desastre de su gestión es el “Acto del Príncipe”. Este es el concepto que quien gobierna puede causar, pero no “es culpable” por las consecuencias.

Volviendo al tema de los remedios, siempre me ha parecido curioso el hecho que otros fabricantes de aspirinas hayan desaparecido, y quedado solo una en la Argentina. Recordemos la Ley de Medicamentos y la caída del Dr. Arturo Illia. La otra cuestión, que podría ser casualidad, es la presencia de firmas como el caso de la aspirina con una firma con un nombre parecido formó parte del consorcio químico que fabricó y desarrolló medicamentos en la Alemania nazi. El ejemplo del Ciclon B (o Ciklon B) insecticida que se usaba en las cámaras de exterminio. Otra fue la metanfetamina o Pervitin, que fue el secreto del éxito de la guerra relámpago (blietzkrieg), o sea soldados que peleaban drogados.

Hay que distraerse con la historia, para no caer en la depresión con nuestra triste tragedia cotidiana.
Atentamente.


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