Nené Nomdedeu de Banino, recordada docente y diseñadora

Nené era descendiente de españoles. Su familia era de origen valenciano, de Alicante, de las playas de Altea de donde había arribado José Nomdedeu Morales, labrador de oficio, que se instaló en tierras de la Colonia General Roca. Allí conoció a Salvadora Giners Ibars con la que formó su familia en 1930. En 1932 nació Melchora Amparo Nené, hermana mayor de Ángela Elena y José.

Su infancia la vivió en Allen, donde estudió el oficio de modista y se encaminó en el diseño. Imaginaba y transformaba con sus manos y su máquina Singer las mejores telas de la capital y diferentes partes de Europa en novedosos y bellos diseños. Muchas damas del Alto Valle lucieron sus creaciones en fiestas, reuniones y en el altar. Cuando era adolescente conoció a Héctor Luciano Banino, un joven porteño que la conquistó con su profunda “mirada de cielo”. Héctor, único hijo varón, descendiente de los italianos Hétore Banino y Lucia Maglioni, técnico mecánico y con una carrera militar, eligió hacer patria en la Patagonia. Neuquén fue su primer refugio.

En Neuquén nació Gabriela, la hija mayor de Nené y Héctor. Luego de unos años se trasladaron a Capital Federal, allí nacieron Marcela y Laura. Fue en esa nueva ciudad, llena de luces, donde Nené se transformó en diseñadora de alta costura. Luego vivieron en Neuquén, Zapala y, en los 70, se instalaron en forma definitiva en Cipolletti. Nené fue una mujer creativa, innovadora. Muy hábil con sus manos, transformaba, reciclaba, creaba. Muy lectora, tenía la capacidad de recitar poesías y contar anécdotas. Era muy expresiva y al escucharla te trasladaba a la propia escena. Incursionó en la escritura: transformó sus vivencias, sentires y sueños en bellas poesías y relatos. Participó en concursos literarios y pudo ver editados sus creaciones literarias.

Su carrera como maestra de plástica la inició en la Escuela Piloto N°1 de Neuquén. Propuso la creación del Club de Madres en la escuela, espacio en el que dictó talleres de tejido, costura, arte. Cuando vivieron en Zapala, Nené trabajó como señorita de plástica en la Escuela Nacional Normal Superior de Zapala, integró la escuela de Folclore y colaboró con Raúl Di Blasio en los primeros pasos del Coro de Niños de la ciudad. En los años 70 Héctor ya en Cipolletti, incursionó como técnico en la industria petrolera y con los años abrió su comercio en el rubro de repuestos de autos y maquinarias en Neuquén. Nené también fue maestra de plástica en las escuelas primarias N° 248 y 131 de Cipolletti. Compartió sus saberes con la comunidad en distintos talleres.

Su don artístico la animó a participar como modelo en los primeros desfiles de moda que se realizaron en la ciudad. Como docente jubilada, inició el Centro de Jubilados Docente de la Ciudad formando parte de la comisión directiva. Con compañeras de la escuela N° 131 apadrinaron la primaria N° 305 del Barrio Villarino. Ya como abuela -sus nietos estudiaban allí- del Colegio Fátima le propuso a Verónica, la bibliotecaria, organizar el “Club de abuelos”. Este sentido relato fue proporcionado por una de sus hijas. En la foto la observamos bailando con su esposo.

Ya como abuela -sus nietos estudiaban allí- del Colegio Fátima le propuso a Verónica, la Bibliotecaria, organizar el “Club de abuelos”.

Escribió la obra La hormiguita Viajera y los actores fueron abuelos del colegio. Propuso la creación de la Plaza de la niñez como festejo de los 100 años de la ciudad. Nené y Héctor tienen seis nietos. Los hijos de Gabriela y Daniel Martínez son Natalia, Belén, Julieta y Nicolás. Los de Laura, con Andrés Gullo, son Luciano y Renzo. Sus bisnietos, nietos de Gabriela e hijos de Natalia con Alejandro Córdoba, son Matías y Lorenzo. Héctor falleció en 2003. Nené, en diciembre de 2019. En el Día de la Mujer y en su nombre a todas las mujeres, la homenajeamos por tan incansable tarea, tan creativa, tan luchadora, su trabajo comunitario demuestra su don de solidaridad en pos de la sociedad en la que vivió.