Nori Da Rodda de Robiglio, una neuquina que narra la ciudad

Desde su desempeño como ciudadana y pobladora de estas tierras, y como esposa del Dr. Aldo Luis Robiglio, de gran ejercicio desde la medicina y la política Nori ha visto correr el agua de nuestros ríos. Con sus 90 años de vida y dueña de una lúcida mente, nos recibió en su casa para contarnos acerca de lo que había escrito como mujer, madre, esposa, entre tantas tareas. Hija de Catalina Salvador y José Da Rodda, ambos oriundos de Previso, Venecia, quienes se casaron en el año 1932 y al poco tiempo arribaron a Buenos Aires.
Nori nos cuenta: “Mi papá empezó a trabajar como albañil ingresando posteriormente a una empresa de construcción, en donde conoció al padre de un reconocido constructor, don Gentilini, quien le enseñó a trabajar. Pero la empresa se fundió en 1945, al finalizar la Segunda Guerra Mundial, aumentaron las cosas… Por esto, el Sr. Gentilini lo trajo a Neuquén para hacer el Hotel Confluencia a fines de la década del ‘40. Ya en esta ciudad, se instalaron en el terreno que les vendiera don Armando Vidal-recordado administrador de la Compañía “Nueva España”-, en Ministro González esquina Tucumán”.
Cuenta Nori que “la casa mi papá la construía de noche cuando no trabajaba afuera; nosotros le ayudábamos”. Nuestra homenajeada terminó el nivel primario en la vieja Escuela N° 2 y el secundario en la antigua escuela San Martín de la calle Santiago del Estero. En el año 1951 fue elegida Reina del Estudiante en el Club Independiente, y fue coronada por la esposa del último gobernador peronista, Dr. Pedro Luis Quarta. Trabajó con los hermanos Rosa en las oficinas de la calle San Luis.
“La Hormiguita viajera”
En el año 1953 Nori abrió las puertas de su Jardin de Infantes privado en su casa de la calle Ministro González 520 y lo mantuvo abierto hasta el año 1960. “Llegué a tener cuarenta alumnos”, nos cuenta con orgullo.
Estudiaba con la Revista “La Obra” material didáctico importante para la docencia de entonces. Desde el lugar en donde vivieron Nori narra que, desde su casa, todos solares, todo descampado observaban la Comisaría Primera, el cementerio sin paredón- la tumbas al aire- y el pequeño hospital. El paisaje rodeado de las bardas, de la Boca del Sapo, veía el Club Pacífico, el Club de bochas en donde jugaba su papá. A cinco cuadras de su casa se encontraba el Chateau gris, la casa de gobierno de entonces, la Capilla de los Dolores. Cruzando las vías estaba el “Bajo”, lugar de comercio, hoteles, fondas. Un lugar importante era la estación del ferrocarril, lugar de paseo.
El tren tardaba 30 horas para llegar a Buenos Aires. El convoy traía la correspondencia, diarios, revistas, encomiendas y partía a Zapala. En la Avenida estaba el Cine Español con pocas funciones; comercios como Tienda Bs. As, Zapatería Tonsa, entre otros. El Hotel Confluencia, era, además, restaurante, salón de baile con conjunto de Jazz, a donde concurrían los jóvenes capitalinos.
En su amplio relato nos cuenta cómo conoció al Dr. Aldo Robiglio, un médico porteño que arribara a la provincia en febrero de 1956, hijo de piamonteses. Concurrían a los Bailes del Club Pacífico, con la Orquesta Los Ángeles de Perego, y Nori relata con total naturalidad las vicisitudes de ese baile de carnaval donde lo conoció y su anécdota del desmayo -debido a los lanzaperfumes-, atendida por el Dr. Aldo.
Se casaron en el año 1958 y tuvieron cinco hijas. 12 nietos –todos recibidos en la universidad- y 4 bisnietos completan la historia. Robiglio ejerció tareas en el municipio, fue ministro de Gobierno con Felipe Sapag y ministro de Bienestar Social con el Ing. Pedro Salvatori. Fundaron el Colegio Médico con otros colegas, el Dr. Carlos Rivas, el Dr. Raúl Parodi, el Dr. Víctor Peláez y con su hermano, el Dr. Claudio. Fue vicepresidente del colegio por siete años. Fundó el Policlínico Neuquén con los doctores Del Río, Vitale, Zabert, Parodi, Ramón. También fue fundador de la Asociación de Clínica y Sanatorios que funcionaba en el Policlínico Neuquén: fue presidente en la década del ‘70. Nori continuó su relato: en su casa se festejaron los cumpleaños de 15 de sus hijas.
Terminado el secundario se fueron a Buenos Aires a estudiar; todas se recibieron. Patricia, Prof. de sordos y chicos discapacitados; Nori, Traductora de inglés y Prof. de filosofía y letras; Gabriela, Prof. de matemáticas y de gimnasia; Andrea, bióloga y Técnica radiológica; Vanina, diseñadora de Interiores. La Historia de Nori y el Dr. Aldo duró 55 años de casados, “más dos años de novios”. Ella guarda los recuerdos dulces llenos de felicidad: “Lo extraño, la muerte es parte de la vida; agradezco al destino, no puedo pedir más, mis hijas, yernos, nietos… la vida me lo ha dado todo”. Desde aquí, nuestro homenaje. Beatriz Carolina Chávez.

Desde su desempeño como ciudadana y pobladora de estas tierras, y como esposa del Dr. Aldo Luis Robiglio, de gran ejercicio desde la medicina y la política Nori ha visto correr el agua de nuestros ríos. Con sus 90 años de vida y dueña de una lúcida mente, nos recibió en su casa para contarnos acerca de lo que había escrito como mujer, madre, esposa, entre tantas tareas. Hija de Catalina Salvador y José Da Rodda, ambos oriundos de Previso, Venecia, quienes se casaron en el año 1932 y al poco tiempo arribaron a Buenos Aires.
Registrate gratis
Disfrutá de nuestros contenidos y entretenimiento
Suscribite por $1500 ¿Ya estás suscripto? Ingresá ahora
Comentarios