Respuesta de un argentino a un uruguayo

He leído atentamente tu carta. Muchas de las cosas que decís son ciertas. Pero somos mucho más que eso. Y hay muchos, pero muchos, que tienen de esta Patria una “idea de limpia grandeza y a quienes les rebeló la indignidad de quienes la engañan y trafican” al decir de Eduardo Mallea.


En esta Argentina donde se produce toda fuente existe el mal llamado interior habitado por hombres y mujeres que la aman incondicionalmente a pesar de todas las vicisitudes que en forma cotidiana nos agobian. Y de ese desmadre todos los gobiernos han ten ido y tienen su parte de culpa.


Nosotros también queremos y admiramos al Uruguay, tú país. A sus gobernantes, a sus artistas, sus músicos, sus escritores, sus pintores y tenemos muchas cosas en común.


Tenés razón en muchas cosas, pero nuestros problemas como Nación viene de lejos y ha habido y hay todavía muchos voces que predican en el desierto en el desierto como la de Mallea que sin quejarse ni irse denuncian a los responsables de su decadencia.


Sin embargo aun así es un gran país. Con sus recursos naturales, con su cultura, con sus paisajes, pero especialmente con su gente: sufrida, que todo lo soporta, pero que en esta tierra que fuera de promisión han encontrado su lugar en el mundo.


Porque todavía hay solidaridad, poder compartir un asado, alegrarse por las pequeñas cosas y cultivar esa pequeña flor que es la amistad.


La Patria, decía José María Castiñeira de Dios “es un dolor que nunca cesa”. En estos días de impotencia y de frustración, donde en forma cotidiana se observa la decadencia que lastima y reverla, se hace necesario repensar los destinos de la Patria para recuperar aquel augurio primigenio que su nombre representa.


Yo sé y confío como muchos argentinos que algún día diremos como el poeta: “Ya en el aire se huele como un advenimiento/ y la noche apesebra/ la navidad del día; / es que viene creciendo/ un río por debajo de tu forma doliente/ y su luz ya desborda las esclusas del tiempo”.


Quisiera decirte que hay muchos compatriotas que saben y piensan estas cosas y que nunca se irán de este País.

Jorge Castañeda
Escritor de Valcheta


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