¿Seguridad vial o caja política?

Javier Genoud
DNI 17.506.130

Es impensable, indignante y profundamente frustrante que mientras nuestras rutas están absolutamente destrozadas, con baches, falta de señalización y condiciones que ponen en riesgo a todos los que circulamos por ellas, la clase política provincial se preocupe más por instalar radares y cobrar multas que por mejorar de verdad la infraestructura vial.
Esto no es una política de seguridad vial: es una política de ingresos disfrazada de control. No hay careta que tape esto: a estos gobernantes y dirigentes no les importa mejorar nada, solo sus propios ingresos, su presencia mediática y sus cargos políticos.

Un ejemplo claro en Río Negro es Javier Acevedo, legislador y dirigente de la Coalición Cívica ARI, figura activa en la política provincial y nacional desde hace años. Acevedo preside el bloque de la CC-ARI en la Legislatura rionegrina y ocupa cargos de conducción partidaria desde hace mucho tiempo. Ha sido presidente de la Coalición Cívica ARI de Río Negro desde al menos 2020 y ha pasado por distintos roles de liderazgo en su partido provincial y nacional.

Hace más de dos décadas que figuras como Acevedo y otros dirigentes de la vieja política transitan cargos, alianzas y estructuras políticas sin resolver los problemas reales que padece la gente: la salud colapsada, la educación deficitaria, la inseguridad real en rutas intransitables, y ahora radares en caminos que más parecen cámaras de recaudación que de prevención. Son los mismos nombres, los mismos discursos, las mismas voluntades que llevan años (a veces décadas) buscando cómo vivir de la política en lugar de vivir para mejorar la vida de la gente. ¿Cuánto más vamos a tolerar la concentración de decisiones políticas en manos de las mismas élites azarosas que no solucionan nada?

No podemos permitir que las viejas prácticas se perpetúen bajo el discurso de “seguridad vial” cuando la realidad es otra: ingresos, campañas, y réditos políticos por encima de la vida de la gente. Este no debe ser solo un desahogo más: debe ser un llamado a la sociedad rionegrina para exigir responsabilidad, transparencia y compromiso genuino con la vida de las personas. Porque la política debería servirnos a todos, no servir a los políticos.


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