Uber en Cipolletti y la hipocresía política

Carta de Lector

Por Carta de lector

Santiago Mario Varela
DNI 26.777.443

CIPOLLETTI

El transporte público en Cipolletti ha sido un fracaso histórico, un legado de gestiones que prefirieron la inacción y las promesas a las soluciones. Pero mientras el sistema tradicional colapsaba, las plataformas de transporte privado de pasajeros, como Uber, han ofrecido una alternativa viable y moderna.

Estos servicios, que la gestión actual persigue y multa, han brindado a los vecinos lo que el Estado no pudo: seguridad, comodidad y previsibilidad. No busquemos prohibir estas plataformas, sino regularlas con equidad, eficiencia y sentido común. Aplicar los mismos requisitos que se les exige a los taxistas a los conductores de Uber, garantizando un servicio de calidad para todos y un marco legal justo. Es momento que el municipio deje de lado el show mediático y las promesas vacías para enfrentar la realidad, regulando un servicio que ya es parte de la vida de nuestra ciudad.

La historia es inapelable: la última licitación del transporte público se realizó en el año 2005 y quien nos dejó esa concesión, que se ha prorrogado por casi dos décadas, fue el entonces intendente y actual gobernador Alberto Weretilneck.

Su partido y su gente han gobernado la ciudad por más de 16 años, tiempo en el que no se exigieron mejoras a una empresa que operaba sin competencia real, sin la obligación de invertir y a costa de un servicio pésimo.


Santiago Mario Varela
DNI 26.777.443

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