Caso Opazo: dos testigos que no aportaron nada

Cinco testigos debían declarar hoy en la audiencia por el crimen de Yanet Opazo. Sin embargo sólo lo hicieron dos, con testimonios irrelevantes. De todos modos, Fabián González sigue saliendo airoso ya que ninguno lo nombró.

CIPOLLETTI (AC).- Sólo declararon dos de los cinco testigos previstos para la audiencia de ayer en el juicio que se realiza por la muerte de Yanet Opazo y la tentativa de homicidio de Claudina Kilapi. De los ausentes, uno falleció, otro está radicado en Chile y el tercero tiene domicilio desconocido, según se informó.

Ninguno de los que aportó su testimonio involucró con sus dichos al único imputado en el hecho, Fabián González.

El eje de la jornada fue el comentario que realizó en un momento un joven del barrio Labraña que lo convirtió en sospechoso: «ando mal porque me mandé una cagada grande», expresó el muchacho que según algunos testigos tendría cierto parecido con el identikit del asesino.

Pero la supuesta «cagada» quedó aclarada con los dichos de uno de los testigos que declaró en la instrucción: «estaba 'gorreando' (manteniendo una relación sentimental con la mujer de otro hombre) a otro muchacho, a José, al marido de la que ahora es su esposa, y por eso tenía miedo».

El joven nunca estuvo procesado por el hecho. Sólo quedó mencionado por algunos testigos por esta situación.

José Luis Urra y Víctor Manuel González Calderón fueron citados para hablar de este ex involucrado en la causa. El primero de ellos mencionó aquella frase que convirtió en sospechoso al muchacho de Labraña y tuvo que observar el identikit, como lo hizo en la instrucción.

Fueron testimonios escuetos en los que únicamente apareció el nombre de Fabián González cuando el presidente de la Cámara Primera del Crimen, Daniel Drake, preguntó si conocían al detenido, como debe hacerlo con cada testigo.

La sexta jornada se convirtió en la más breve de las que se realizaron hasta ahora. Y aportó muy poco. Comenzó con un pedido del abogado de González, Jorge Larrea, quien requirió que se solicite a la alcaidía de Roca que informe si en diciembre de 1993, cuando su cliente estuvo detenido por primera vez por el caso, lo visitaba Beatriz Gutiérrez, hermana de una ex pareja. Y además, que se verifique en las visitas desde enero a marzo de este año si Evelin González (hija del imputado y de una ex pareja) y José Gutiérrez (ex cuñado) iban a verlo.

Larrea trata de desvirtuar un indicio que alimenta la acusación: la relación violenta que habría tenido González con su ex mujer.

En poco tiempo llegó parte de la información desde la alcaidía: los registros de 1993 se quemaron en un motín. Buscarán el resto de los datos.

Ahora todas las expectativas se centran

en la audiencia del jueves, día previsto para la declaración testimonial de Claudio Kielmasz, el condenado por el triple crimen que en 1998 estuvo procesado como autor de la muerte de Yanet y la tentativa de homicidio de Claudina. Ahora está sobreseído.

Declararán Kielmasz, su madre Prosperina Duarte (dueña del revólver calibre 22 que según dos pericias, mató a Yanet), y varios testigos que vieron al ex procesado en inmediaciones del lugar del hecho el 26 de diciembre de 1993, cuando ocurrió el crimen.


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