¿Cuánto contamina el sector de la salud?

Un reporte de las organizaciones no gubernamentales Salud Sin Daño y Arup estimó las cantidades de emisiones de gases de invernadero de los hospitales del mundo

Los profesionales de la salud y las instituciones en la que trabajan tienen la misión de proteger las vidas de las personas. Como también forman parte de un sector que contribuye a la crisis climática, tienen un papel importante que desempeñar en su resolución, según el último reporte de las organizaciones no gubernamentales Salud Sin Daño y Arup.

Por supuesto, también los sectores de la energía, la industria, el transporte, los edificios, la agricultura y el uso del suelo se encuentran entre los principales emisores de gases de efecto invernadero, que actúan como un manto que envuelve a la Tierra, atrapan el calor del sol y así han elevado las temperaturas promedio.

En el reporte mencionado, se informó que la huella climática del sector de la salud equivale al 4,4 % de las emisiones globales netas (2 gigatoneladas de dióxido de carbono equivalente). O también se puede afirmar que esa huella equivale a las emisiones anuales de gases de efecto invernadero de 514 centrales eléctricas de carbón. “Si el sector de la salud fuese un país, sería el quinto emisor más grande del planeta”, mencionaron las organizaciones.

Los tres emisores más grandes -Estados Unidos, China y los países de la Unión Europea en conjunto- representan más de la mitad de la huella climática total del sector de la salud (56 %) a nivel mundial.

Si bien hay diferencias significativas en cuanto a escala, el sector de la salud de cada país libera directa e indirectamente gases de efecto invernadero al brindar sus servicios y al adquirir productos, servicios y tecnologías en una cadena de suministro intensiva en carbono.

Los hospitales deberían trabajar con los proveedores de bienes y servicios del sector para reducir emisiones. Foto: Camilo Jiménez Unsplash

Las emisiones emanadas directamente de los hospitales son el 17 % de la huella mundial del sector. Y las emisiones indirectas provenientes de fuentes de energía comprada, como electricidad, vapor, refrigeración y calefacción representan otro 12 %.

La mayor parte de las emisiones (el 71 %) proviene principalmente de la cadena de suministro del sector de la salud, a través de la producción, el transporte y la disposición de bienes y servicios, tales como productos farmacéuticos y otras sustancias químicas, alimentos y productos agrícolas, dispositivos médicos, equipos hospitalarios e instrumental.

El sector de la salud debe responsabilizarse de su huella climática y para eso Salud Sin Daño y Arus recomiendan que realice más prevención primaria (para reducir el número de personas enfermas) y reduzca drásticamente sus propias emisiones. Se requiere que los centros de salud, los hospitales y ministerios de salud trabajen con los fabricantes y los proveedores de bienes y servicios del sector para alcanzar emisiones netas cero para el año 2050 o antes.

“El sector debe llevar adelante esta iniciativa y, al mismo tiempo, lograr objetivos globales de salud, como la cobertura universal de salud, y trabajar para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que forman la Agenda 2030 de la Organización de las Naciones Unidas (ONU)”, expresaron.

Por ejemplo, se puede reducir el consumo de energía del hospital y los costos a través de medidas de eficiencia y conservación. También se puede alentar a las personas a ir caminando o en bicicleta al establecimiento; promover el uso del transporte público por parte del personal, los pacientes y la comunidad; usar combustibles alternativos para la flota de vehículos del hospital, y emplazar los edificios de un modo que se minimice la necesidad de que el personal y los pacientes se tengan que trasladar.


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